“Guantánamo no es una cárcel sino un nido de secuestro (porque) una cárcel supone una sujeción a algún sistema de derecho, (a) un mínimo de punto de referencia jurídico”, dijo la semana pasada el presidente de Uruguay, José Mujica.
Por ello, seis presos detenidos sin cargos criminales durante 12 años en la base estadounidense de Guantánamo fueron aceptados en calidad de refugiados este fin de semana en Uruguay.
Su liberación estaba autorizada al menos desde 2009 pero no podían ser devueltos a sus países de origen, por lo que Estados Unidos tuvo que encontrar algún país que estuviera dispuesto a acogerlos.
José Mujica, aceptó recibir a los hombres como gesto humanitario y dijo que recibirían ayuda para establecerse en su país.
No da la espalda
“Yo no renuncio a mis principios y seguiré siendo crítico de Estados Unidos, pero cuando hay un presidente que quiere poner fin a esa situación, sería cobarde darle la espalda”, expresó.
Por su parte, Clifford Sloan, enviado del Departamento de Estado de EU, dijo que su país estaba “muy agradecido” por esta “importante acción humanitaria” del presidente Mujica.
El mandatario uruguayo anunció que los detenidos arribarán al país sudamericano “entre el lunes y martes”, tendrán “total libertad” de movimiento y “podrán irse cuando quieran”.