“Cuando se trata de traición a la patria y de dividir a Bolivia, siento que para ellos no puede haber amnistía…”
El presidente Evo Morales consideró ayer que no puede haber amnistía para procesados por supuestos delitos de terrorismo y traición a la patria, pero aclaró que está en manos de la justicia boliviana conceder o rechazar un indulto al exmilitar que capturó al guerrillero Ernesto “Che” Guevara en 1967.
Se trata del exgeneral Gary Prado, quien afronta un juicio por sedición.
“Cuando se trata de traición a la patria y de dividir a Bolivia, siento que para ellos no puede haber amnistía… aunque es responsabilidad de la justicia. La justicia verá las razones”, dijo el mandatario en rueda de prensa en respuesta al pedido público de un exembajador y de un exguerrillero militante del partido de gobierno para conceder amnistía a Prado, procesado junto con una veintena de exlíderes opositores encarcelados por sedición en 2008.
Amnistía humanitaria
Prado, de 77 años, es lisiado y afronta el juicio en silla de ruedas. Está bajo arresto domiciliario.
Las largas comparecencias en las audiencias públicas han deteriorado más su salud, según afirma su hijo, Gary Prado.
El exmilitar comandó a la patrulla que capturó al “Che” Guevara en una región selvática del sudeste de Bolivia.
El legendario guerrillero fue ejecutado por militares bolivianos el 9 de octubre de 1967, al día siguiente de su captura, lo que puso fin al proyecto guerrillero.
El pedido para amnistiar a Prado ha sido formulado entre otros por el exguerrillero Osvaldo “Chato” Peredo quien lideró una guerrilla guevarista dos años después de la muerte del “Che”.
Peredo pertenece al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) y justificó su pedido por razones humanitarias.
Un largo juicio
Prado negó que la revuelta haya pretendido separar la provincia oriental de Santa Cruz de Bolivia.
La ley faculta al Presidente a otorgar amnistía o indulto a los sentenciados, pero en el mencionado caso no hay sentencia y el juicio ha dado muchos giros desde que se abrió la causa en 2009.
El juicio también es por terrorismo, porque implica la muerte de tres supuestos mercenarios extranjeros a manos de la policía boliviana.
