No hay tregua

Poco duró en Ucrania la sensación de paz que trajo el acuerdo de Ginebra el jueves pasado, pues el conflicto está ahora aún más tenso que antes.

Luego de un enfrentamiento entre prorrusos y nacionalistas ucranianos que dejó al menos tres muertos en la ciudad de Slaviansk, Moscú acusó ayer a Kiev de violar el trato hecho entre ellos, Estados Unidos y la Unión Europea.

Pedro Pablo Cortés Pedro Pablo Cortés Publicado el
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Muertos van de las luchas entre prorrusos y nacionalistas
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Poco duró en Ucrania la sensación de paz que trajo el acuerdo de Ginebra el jueves pasado, pues el conflicto está ahora aún más tenso que antes.

Luego de un enfrentamiento entre prorrusos y nacionalistas ucranianos que dejó al menos tres muertos en la ciudad de Slaviansk, Moscú acusó ayer a Kiev de violar el trato hecho entre ellos, Estados Unidos y la Unión Europea.

“Las autoridades de Kiev no están haciendo nada, ni siquiera levantando un dedo, para abordar las causas detrás de esta profunda crisis interna en Ucrania”, manifestó ayer el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.

Pero el conflicto trascendió las declaraciones al revelarse que Moscú ha preparado hasta 50 mil soldados en la frontera ucraniana y que Estados Unidos podría enviar tropas a Polonia, en los límites occidentales de Ucrania.

Rusia admite prepararse

Lo negaron un tiempo, pero el conflicto alcanzó tal grado que Rusia admitió esta semana que ha desplegado tropas en la frontera con Ucrania y que están preparadas para intervenir.

“Hay fuerzas del ejército en la frontera ucraniana, algunas de forma permanente y otras como consecuencia de lo que está pasando en Ucrania”, expresó el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, según el diario Clarín. 

Aunque Peskov no precisó el número de elementos, Estados Unidos y la Unión Europea estiman que tienen entre 30 mil y 50 mil militares listos.

La tensión se agudiza porque todavía no es claro si el incidente del domingo en Slaviansk lo cometieron “terroristas” prorrusos o “facistas” ucranianos, según las denuncias de Kiev y de Moscú, respectivamente.

“Sea cual sea su naturaleza, y sobre todo si vuelve a repetirse, el incidente podría ser un pretexto para que el presidente ruso intervenga más abiertamente en Ucrania, en nombre de la defensa de las poblaciones rusófonas”, publicó ayer Le Monde.

Washington interviene con fuerza

La participación de la Casa Blanca en el conflicto aumentó ayer, cuando el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, arribó a Kiev para anunciar un paquete de ayuda técnica y distribución económica en Ucrania para defenderlos de Rusia.

Pese a que el anuncio oficial se haría hasta hoy, funcionarios adelantaron a la agencia Reuters que el plan consistiría en proveer material de seguridad, sin armas, y el envío de equipos de auxilio para distribuir la ayuda a todos los rincones del país.

“Él quiso venir a Kiev para mandar un mensaje muy claro de que Estados Unidos apoya la democracia de Ucrania, su unidad, soberanía e integridad terriotorial”, confió un funcionario anónimo a la agencia informativa.

Además de esta ayuda, el secretario de Defensa polaco, Tomasz Siemoniak, reveló el sábado a The Washington Post que Estados Unidos enviará tropas a Polonia del lado de la frontera oeste de Ucrania.

“Los eventos muestran que lo que se necesita es un cambio,  porque si Europa ha estado segura es gracias a la presencia de Estados Unidos”, aseveró.

A pesar de que no precisó el número de elementos, el experto militar Michael O’Hanlon escribió en la revista Foreign Affairs que lo mejor sería enviar una brigada de entre 3 mil y 7 mil soldados a Polonia y algún país báltico. 

“Juntas, estas tropas conducirían entrenamiento de rutina en la milicia del Báltico y también ayudarían a patrullar la frontera este de la OTAN, creando un cerco a lo largo del límite con Rusia”, opinó O’Hanlon la semana pasada.

¿Qué quiere Moscú?

Tras la anexión de la península de Crimea el 18 de marzo, Washington y Kiev acusaron a Rusia de querer ir tras otras regiones de mayoría rusófona del este de Ucrania.

Sin embargo, el presidente Vladimir Putin negó querer apropiarse de otros territorios, por lo que ni siquiera apoyó las intenciones separatistas de Donetsk, Luhans y Járkov, ciudades donde los separatistas prorrusos se han rebelado. 

Los analistas señalan que esta vez Putin busca que Kiev reforme su constitución para pasar de ser un Estado unitario a una federación, lo que permitiría que las regiones del este gozaran de más autonomía.

Pero que sus ambiciones sean más limitadas, no significa que el mandatario cederá con mayor facilidad.

“(Rusia) pretende que Occidente acepte un estatus de soberanía limitada para el país. Anexionarse el este de Ucrania sería demasiado costoso para Rusia, tanto en términos económicos como políticos”, publicó ayer El Mundo.

Conflicto sin fin

26 de noviembre
Reporte Indigo publica que el expresidente Viktor Yanukovych cede a la presión de Rusia y cancela diálogos para integrarse a la Unión Europea. 

20 de febrero
Decenas de muertes en protestas de Kiev confrontan a la UE y EU contra Moscú. Dos días después, Yanukovyh renuncia. 

27 de febrero
El nuevo Gobierno amenaza a ucranianos de origen ruso, por lo que Putin moviliza sus tropas en la frontera y alrededor de Crimea. 

7 de marzo
Especialistas consultados por Reporte Indigo advierten que Rusia se quedaría con Crimea, pues Putin no cedería. 

18 de marzo
Apenas una semana después de que Crimea se declaró independiente, Putin anuncia la anexión de la península a Rusia.

8 de abril
Otra regiones del este de Ucrania piden que Rusia los anexe y declaran su independencia, pero ni Kiev ni Moscú las apoyan. 

17 de abril
Rusia, Ucrania, EU y la UE se reúnen en Ginebra para acordar que Kiev daría autonomía al este si Moscú ayudaba con el desarme de los prorrusos.

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