No a Mas
Las dos principales formaciones políticas separatistas de Cataluña no se han puesto de acuerdo. El partido de la Candidatura de Unidad Popular está a favor de la independencia, pero para seguir adelante con ese objetivo Juntos por el Sí tendrá que hacer importantes concesiones.
Si todo continúa igual, su meta de separarse de España será cada vez más difícil de obtener.
Sergio Almazán
Las dos principales formaciones políticas separatistas de Cataluña no se han puesto de acuerdo. El partido de la Candidatura de Unidad Popular está a favor de la independencia, pero para seguir adelante con ese objetivo Juntos por el Sí tendrá que hacer importantes concesiones.
Si todo continúa igual, su meta de separarse de España será cada vez más difícil de obtener.
El estira y afloja presente desde las elecciones del pasado 27 de septiembre finalmente ha jugado en contra de Artur Mas, quien no será investido como presidente de la Generalidad y muy probablemente tendrá que convocar a nuevas elecciones.
La CUP decidió rechazar ayer a Mas como el próximo presidente de Cataluña y ha exigido a Juntos por el Sí elegir a un candidato alternativo antes de que termine esta semana.
Si esto sucede a tiempo, todavía se podría formar un gobierno y evitar nuevos comicios.
Votación cerrada
Ayer, tras una jornada matutina muy complicada, en la que el consejo político de la CUP y el grupo de acción parlamentaria discutieron la permanencia de Artur Mas al frente de la Generalidad, de los 68 miembros con derecho a voto, 36 votaron en contra de investir a Mas y 32 a favor.
Los resultados también indican una división significativa al interior de la CUP, que sigue minando la posibilidad de unirse para lograr la independencia.
Después de todo, la CUP mantuvo su promesa de campaña de no investir a Mas. Pero, le han dado la oportunidad a Juntos por el Sí de presentar a un nuevo candidato o convencer a Artur Mas de sostener otro debate de investidura.
Tienen sólo seis días más para tomar una decisión antes de que las nuevas elecciones sean inevitables.
Es poco probable que Artur Mas entregue el liderazgo de su partido y que Juntos por el Sí cambie de candidato debido, principalmente a las coaliciones que se hicieron con otros partidos que rechazan el ultimátum de la CUP.
Los analistas ya anticipan que, a más tardar, el 10 de enero se convocarán elecciones autonómicas en Cataluña, las cuartas que se celebran desde 2010.
Ingobernabilidad en toda España
Más allá de la incapacidad del Parlamento catalán para formar un nuevo gobierno, como país España también atraviesa un momento complicado para lograr acuerdos.
Es casi un hecho que el Partido Popular y el PSOE no lograrán llegar a un acuerdo que resulte en la investidura de Mariano Rajoy como presidente de España.
La alternativa de que las izquierdas se unan para lograr conformar un nuevo gobierno encabezado por Pedro Sánchez del PSOE o por Pablo Iglesias de Podemos es poco probable.
La razón detrás de esta imposibilidad de consensos entre izquierdas, irónicamente recae en regiones como Cataluña donde los sentimientos independentistas han tomado mucha fuerza.
El PSOE está en contra de un referendo sobre la autonomía y Podemos está a favor. Este punto ha sido inamovible y es la principal barrera que existe para que las izquierdas españolas terminen con el gobierno de Mariano Rajoy.
Al igual que en Cataluña, las circunstancias se están acomodando para suponer una nueva elección general en España antes de que termine el primer tercio del año 2016.
¿Por qué más elecciones?
La cerrazón de la CUP a investir a Artur Mas obliga al líder de Juntos por el Sí a convocar inmediatamente (la fecha límite es el 10 de enero) a elecciones en Cataluña, que se celebrarían entre finales de febrero y el 6 de marzo.
Lo único que podría evitar esta situación es que Juntos por el Sí propusiera a otro candidato, apoyado por la CUP. Hasta el momento, el grupo parlamentario de JxSí ha reiterado que su único candidato posible es Mas.
La CUP ya votó en contra de Mas en dos ocasiones anteriores.
Según la ley de la Presidencia de la Generalidad, en su apartado dedicado a la elección del presidente “si una vez transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura (10 de enero) ningún candidato ha sido elegido, la legislatura queda disuelta automáticamente y el presidente de la Generalitat en funciones convoca elecciones de manera inmediata, que han de tener lugar entre 40 y 60 días después de la convocatoria”.
Ni Juntos ni Mas ni independencia
Artur Mas, quien ha llevado a Cataluña más cerca de la independencia, se quedó ayer sin opciones de volver a encabezar el gobierno y, muy probablemente, tendrá que enfrentar nuevas elecciones.
La CUP, formación anticapitalista y secesionista cuyos votos en el Parlamento catalán eran imprescindibles para la investidura de Mas, decidió no darle su respaldo.
Esta decisión bloquea el proceso independentista.
El 9 de noviembre, el Parlamento catalán aprobó una resolución independentista que quedó paralizada hasta que haya un Gobierno funcional.
Juntos por el Sí necesitaba el apoyo de 10 legisladores de la CUP para investir como presidente a Mas.
Sin embargo, el todavía presidente de la Generalidad es percibido por los anticapitalistas como el autor de los recortes y problemas económicos y de corrupción en la región.
Mas se presentó en elecciones catalanas del 27 de septiembre con la seguridad de que esos sufragios le servirían como un plebiscito secesionista.
Al no poder obtener la mayoría absoluta, su futuro político quedó en manos de la CUP, el único partido separatista fuera de Juntos por el Sí.
Desde septiembre se hablaba de una derrota de Mas y de las aspiraciones independentistas. Sin embargo, por más de tres meses, los separatistas han intentado ponerse de acuerdo, y aunque aún queda una pequeña esperanza, es probable que una vez más se tenga que recurrir a los votantes catalanes para destrabar las negociaciones.
La decisión de la CUP no sólo es vital para conocer el futuro de la región sino también del país. España se encuentra al borde de la ingobernabilidad tras las elecciones generales del 20 de diciembre.
Ya comenzó un nuevo año, pero la estabilidad en España llegará probablemente hasta el final del invierno.