El presidente virtual electo Andrés Manuel López Obrador anunció el domingo pasado que envió una carta al mandatario de Estados Unidos Donald Trump. En la misiva, el próximo titular del Ejecutivo de México propone una estrategia de desarrollo económico para frenar la crisis migratoria, sin embargo, algunos de los proyectos de este documento necesitan inversión privada para prosperar y otros negociaciones complicadas con los gobiernos de países vecinos.
“El propósito esencial de mi gobierno será lograr que los mexicanos no tengan que migrar por pobreza o violencia. Procuraremos que la emigración sea optativa y no necesaria. Nos esforzamos en lograr que las personas encuentren trabajo y bienestar en sus lugares de origen”, escribió López Obrador
A partir de esto, el presidente virtual electo asegura que se puede reunir una considerable cantidad de recursos para el desarrollo económico de la región, los cuales se destinarían en un 75 por ciento a financiar proyectos para crear empleos y combatir la pobreza y el 25 por ciento al control fronterizo y a la seguridad.
López Obrador menciona en la carta que su gobierno está dispuesto a presentar la iniciativa internacional y la propuesta presupuestal necesaria al Congreso de la Unión para contribuir con recursos económicos a este esfuerzo en conjunto.
“Cada gobierno, desde Panamá hasta el Río Bravo, trabajaría para hacer económicamente innecesaria la migración de sus ciudadanos y cuidar sus fronteras para evitar el tránsito ilegal de mercancías, armas y tráfico de drogas, lo cual, consideramos, sería la forma más humana y eficaz de garantizar la paz, la tranquilidad y la seguridad de nuestros pueblos y naciones”, cita la carta.
Ante el contenido del documento, Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionales, afirma que el gobierno de Estados Unidos no estaría dispuesto a colaborar en un proyecto en el que se le pide recursos económicos. Además, la internacionalista agrega que algunos países de Centroamérica, como Nicaragua, tienen muchos conflictos internos como para poder participar en acuerdos internacionales.
“La postura de Donald Trump de manera reiterada ha sido dejar de fondear proyectos como este. Hay que recordar el tema de la OTAN que generó un desencuentro entre Merkel y Trump por el tema de las contribuciones que no son proporcionales desde el punto de vista del presidente estadounidense”, explica Ramírez Uresti.
Por otra parte, economistas mencionan que el presidente de Estados Unidos Donald Trump podría estar interesado en una iniciativa como esta porque se reforzaría la frontera sur de México y así se podría evitar el paso de migrantes centroamericanos.
“Estados Unidos lo que le interesa es un plan de seguridad que refuerce la frontera sur de México con Centroamérica e incluso se puede lograr que el gobierno estadounidense apoye económicamente este objetivo, sin embargo, Trump no estaría dispuesto a colaborar si es para crear empleos en Centroamérica”, comenta Raymundo Tenorio Aguilar, analista económico del Tecnológico de Monterrey.
El economista agrega que los gobiernos centroamericanos deberían crear fuentes de empleo que retengan a sus ciudadanos, pero los conflictos que vive esta región no permiten una colaboración internacional como la que propone López Obrador.
“Siempre y cuando sea con financiamiento de la Banca de Desarrollo es una buena propuesta porque un árbol maderable tarda en servir para la explotación comercial 22 años, es decir, son buenos negocios pero de largo plazo y no se podrá recuperar rápido la inversión”, afirma Tenorio Aguilar.
López Obrador también pretende fomentar el turismo en el Caribe y en las zonas arqueológicas de la cultura olmeca y maya, así como construir una línea férrea para un tren de alta velocidad que recorrerá la ruta de Cancún-TulumBacalar-Calakmul-Palenque.
“Es viable porque conserva los recursos naturales y además también tendría que ser una cofinanciación entre Bancas de Desarrollo e inversionistas privados”, menciona el analista económico.
Inversión privada es necesaria
Sobre la cooperación con inversionistas privados, López Obrador dice en la carta que desde el 1 de diciembre del presente año dispondrá de mayor inversión pública la cual será utilizada como capital semilla para fomentar la inversión privada.
“La apuesta de las asociaciones público-privadas es interesante porque necesitará una fuente de financiamiento privada con todos los programas y planes sociales que tiene en mente”, argumenta Edgar Rivero Cob, especialista en economía del sector público.
Otra de las propuestas que aparecen en la carta es un corredor económico y comercial en el Istmo de Tehuantepec. En este espacio se construiría una línea ferroviaria para el transporte de contenedores.
“Tiene que haber recursos privados. No hay dinero del gobierno que alcance para obras como la del Istmo de Tehuantepec ni con financiamiento total de instituciones como el Banco Mundial”, asegura Tenorio Aguilar.
México podría ser acusado de dumping
Otro de los planes de López Obrador es crear zonas libres o francas en el Istmo de Tehuantepec y la frontera norte del país para promover la inversión y el desarrollo productivo y tecnológico, así como la creación de empleos.
Tenorio Aguilar explica que las zonas libres o francas son territorios libres de impuesto indirecto. El experto en economía asegura que esta propuesta de López Obrador no es nueva, sino que se parece a la ley federal de zonas económicas especiales que promulgó el actual presidente de México Enrique Peña Nieto.
“En el proyecto de las llamadas zonas económicas especiales ya se llevan empresas ancla para desarrollar toda esta red de producción y servicios. No es una propuesta original del próximo gobierno, es darle continuidad a lo que a se ha implantado”, asegura el analista económico.
El economista del Tecnológico de Monterrey también opina que la iniciativa de zonas libres no es una buena estrategia porque este tipo de áreas generan un desarrollo desigual y se incentiva la triangulación comercial, es decir, una empresa que fabrica en el centro del país puede vender en una zona libre o franca.
“Son incentivos por los cuales podríamos ser acusados de dumping o de hacer prácticas que dañarían el comercio de nuestro socio del norte… Las empresas que se verían afectadas por estos incentivos podrían quejarse ante los organismos internacionales de comercio”, adelanta Tenorio Aguilar.
Además, López Obrador menciona en el documento que para crear una zona libre o franca en el norte del país pretende recorrer las aduanas mexicanas hacia el sur, tierra adentro, de veinte a treinta kilómetros de la línea divisoria. En esta parte del territorio mexicano se reducirá el Impuesto sobre la Renta (ISR) a 20 por ciento y el IVA será de 8 por ciento en promedio.
La carta fue entregada al secretario de Estado Mike Pompeo durante su visita del 13 de julio a Ciudad de México. La Casa Blanca confirmó ayer que Trump recibió la misiva enviada por López Obrador.
“El presidente ha recibido la carta y espera trabajar con el presidente electo López Obrador. Trump cree que hay mucho que Estados Unidos y México podrían hacer juntos que beneficiaría a ambas naciones”, dijo a agencias un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.