Jon Lee Anderson Ambiente propicio para Guerra Mundial
La xenofobia y el populismo creciendo en todo el mundo. Europa cada vez más insegura por el terrorismo islámico y dividida por el Brexit. La Rusia de Putin más agresiva. China acumulando más poder. Corea del Norte lanzando misiles y Japón armándose.
Y en Estados Unidos Trump con posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca.
Andrea Montes Renaud
La xenofobia y el populismo creciendo en todo el mundo. Europa cada vez más insegura por el terrorismo islámico y dividida por el Brexit. La Rusia de Putin más agresiva. China acumulando más poder. Corea del Norte lanzando misiles y Japón armándose.
Y en Estados Unidos Trump con posibilidades reales de llegar a la Casa Blanca.
“Como nunca en mi vida diría que el ambiente está listo para la Tercera Guerra Mundial”, se lamenta Jon Lee Anderson.
El periodista y cronista de The New Yorker advierte sobre la herencia que deja el presidente Obama al sucesor que será elegido el día de hoy en las elecciones de Estados Unidos.
“Le hereda un mundo en caos. En cada país industrializado, occidental, democrático hay crisis y una muy profunda: Francia, Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos, quizá con la excepción de los países escandinavos, y algunos de Latinoamérica, el resto están enfrentando grandes problemas que no están sabiendo cómo superar: políticos, migratorios, y de seguridad, debido al gran proyecto no resuelto de soberanía, que pone en jaque a la sociedades europeas”, dice Anderson.
“Con Duterte en el Pacífico, que era un gran aliado de Estados Unidos en la región, la relación se ha vuelto peligrosa e impredecible. También tenemos una China más poderosa, una Corea del Norte más desatada que nunca tirando misiles balísticos en el mar. Un Japón que empieza a armarse por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial. En ese sentido tenemos un Pacífico a punto de entrar en una fase de disputa entre superpotencias”.
Anderson – corresponsal de guerra en numerosos conflictos- anticipa que si gana Donald Trump la presidencia el mundo vivirá seguramente una época bélica y polarizada.
“Estoy ansioso con esta elección y tengo un estrés preelectoral como nunca antes. Si pensé que habíamos tocado fondo con George W. Bush, y antes de él con Reagan, nunca en mi vida imaginé que estaríamos enfrentados con la posibilidad de una candidatura de alguien como Donald Trump.
Es simplemente espeluznante”, asegura el periodista que ha cubierto conflictos bélicos en Siria, Líbano, Libia, Irak y Afganistán.
De muros y odios
> ¿Por qué el mundo, y específicamente las Naciones Unidas o la Unión Europea, no parecen indignarse con la amenaza de estos líderes, la construcción de sus muros y sus continuas muestras de odio?
(Jon Lee Anderson) JLA: Porque la OTAN funciona bajo un principio económico que se ha ido desparramando y que no tiene un líder definido. Desde el punto de vista de seguridad, la OTAN está débil y carece de un liderazgo que pueda apelar a los demás a callarse la boca. Es un momento de suma fragilidad en que Estados Unidos, el gran hermano, el policía de todos, ha sido relegado por los errores cometidos por Bush en la época anterior, y por los 8 años de un Obama que fue moderado y menos propenso a la guerra, pero esto fue visto como una aspecto de debilidad tanto por los yihadistas, como por el propio Vladimir Putin.
En este sentido, la ultraderecha ha tomado la batuta en torno a lo que es la migración. Los populistas entienden que debajo del discurso políticamente correcto, las buenas formas de hablar, la distensión como discurso social y la forma atenuada de comunicar en sociedades multiculturales, hay también posibilidad de racismo contenido.
Es decir, Europa solo está a 70 años del Holocausto en el cual muchos países europeos, encabezados por los alemanes, estuvieron totalmente de acuerdo con exterminar grupos humanos enteros con tal de construir sus sociedades tal y como las querían. Además, tenemos una situación en que, a 15 años del 11 de septiembre vemos cómo durante la intervención en Afganistán e Irak,
Estados Unidos salió francamente derrotado. Y así como celebraron la retirada de la región, y por más que clamaron victoria, todos sabemos que no vencieron militarmente.
> Por algo los talibanes están retomando el territorio en Afganistán y el resto del mundo musulmán quedó enardecido…
JLA: Sí. Es más, no solo no ganaron nada, sino que potenciaron a los yihadistas y a la idea de que la retirada de Estados Unidos suponía para ellos una victoria. He ahí que un Orban, una Le Pen o un Farage puedan decir lo que quieran. Por otro lado sí estamos viviendo un caos. Hay terrorismo, que es real; tenemos un problema de auge de extremismo musulmán, que también es real, y no es islamofobia decirlo”.
Obama hereda una Guerra Fría con Rusia
Anderson cree que Vladimir Putin se ha potenciado en los últimos 15 años, justamente, en los mismos 15 años que ha habido una guerra contra el terror.
“Putin ha vuelto a erigir un Estado ruso que es bélico, intervencionista, inseguro, y mafioso. Ha empezado a incidir en Europa y Medio Oriente, para hacerse fuerte y debilitar aún más a los países de la UE que son propensos a los extremismos”.
> Y teniendo en cuenta que el próximo año hay elecciones en Francia, donde el partido de Marine Le Pen es la segunda fuerza política del país; o en Alemania donde avanza la ultraderecha por el voto de castigo a la Canciller y su política migratoria. ¿Cómo se está transformando Occidente?
JLA: Considero que en esta nueva etapa Putin dominará más sobre los países bálticos, y en el resto del mundo llegaremos a sociedades más pronunciadas. Tampoco hay que olvidar el papel de Recep Tayyip Erdogan en Turquía, que se está convirtiendo en una figura problemática para Occidente al utilizar el escudo de su pertenencia a la OTAN para, prácticamente, convertirse en un nuevo Saddam Hussein. Yo creo que tanto Putin, como Erdogan ven la posibilidad de extender sus imperios con una administración de Trump y con el hoyo negro que se abrió con la guerra en Siria. En ese sentido, creo que Donald Trump será manejado por la ultraderecha enquistada en las instituciones de inteligencia de Estados Unidos, que también se polarizarán. Veríamos un problema de relación entre las instancias del gobierno y la coordinación entre el Departamento de Justica, el FBI, el Pentágono, la CIA, el Departamento de Estado, y EUA entraría en una fase de gran desorden interno.
Y China… también esta potencia aparentemente silenciosa, pero que veremos mover grandes fichas si llega Donald Trump a la Casa Blanca. Barack Obama deja el poder justo cuando hay una China que ha empezado abiertamente a demostrar que quiere recuperar el control del Pacífico: una zona que ha mantenido Estados Unidos bajo su hegemonía exclusiva durante un siglo. Entonces, veremos una clara carrera armamentista, aún mayor en los países que ya se mostraban propensos a hacerlo.
> Pero, entonces a China y a Rusia les beneficia un Donald Trump en el poder. A quienes nos conviene es a los aliados occidentales. Pero si los europeos se están dirigiendo hacia políticas más conservadoras y radicales, al final del día todos se dirigen hacia una misma dirección…
JLA: Sí. Hacia una misma dirección de comportamiento, pero no de destino final. De ganar Donald Trump, posiblemente Putin utilice su amistad con él para ganarle terreno en la escena mundial durante cuatro años de trumpismo. Pero eso tendrá consecuencias a la larga. Pues Estados Unidos tendrá que recuperar su terreno eventualmente y luchará por recuperar la ventaja. Yo dudo que Trump tenga la capacidad de enfrentar estas situaciones o de percibirlas. Es un hombre impulsivo, insensato, que podría desencadenar situaciones que nos afecten a todos a corto, mediano y largo plazo.
Y es que de llegar Donald Trump al poder, asegura Anderson, podrá negociar mejor que cualquiera con Rusia cuidando los intereses de Estados Unidos.
Pero según los estadistas, éste solo lo utilizará para su ventaja.
“Si llega Trump al poder, en primera instancia, disminuiría la tensión entre Rusia y EUA. Pero no entre Rusia y sus vecinos europeos”, asegura el cronista.
“Pero si gana Clinton el discurso ya está dado. Después de la supuesta intervención en las elecciones, a mi juicio Clinton tomará cartas en el asunto, además de que buscará debilitar a Putin económicamente. Posiblemente fortalecerá la participación de EUA en Siria, que es una apuesta muy peligrosa, pero lograría disminuir la imagen de Rusia como el único actor bélico”.
> ¿Pero Trump será capaz de gobernar con tanta intransigencia? ¿Hasta dónde puede llegar el poder de la investidura presidencial en Estados Unidos? ¿En dónde quedan las otras instancias que protegen al Estado?
JLA: Pues solo basta con recordar lo que hizo Bush al invadir Irak con inteligencia falsa. Y no digo que toda la inteligencia militar de Estados Unidos estuviera mal. Yo creo que muchos sí pensaron que había arsenal químico y militar en Irak, pero Bush montó todo un escenario para empujar al país a la intervención. Por eso el peligro de que gente no capacitada, y con poder de decisión sobre el arsenal nuclear y militar más poderoso sobre la faz de la tierra tome decisiones incorrectas. Esto no es ningún chiste, es un error que Trump llegue al poder. Tiene gente alrededor que me asusta, como Michael T. Flynn, que es su asesor en seguridad, y que increíblemente llegó a ser jefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, pero es un tipo que está completamente loco, es un extremista. Fue él quien estuvo reunido con Putin y sus asesores no hace mucho tiempo, y cuando apareció, salió a dar un discurso mucho más sectario en donde demuestra que la extrema derecha norteamericana se acerca al entorno de Vladimir Putin.
> ¿Qué futuro crees que tenga el proyecto europeo con un Brexit que ocurrió contra todo pronóstico, sumado al avance de los populismos?
JLA: Es un excelente momento para el surgimiento de los extremistas y los autoritarios, muy propicio. El Brexit se ha vuelto un tema obsesivo en Reino Unido. Así como en Estados Unidos la conversación gira entorno a Trump, en Reino Unido todo gira entorno al Brexit. El país está dividido entre los que creen que Brexit fue la forma de salvar al Reino Unido, y los que lo ven como la destrucción misma del país y de Europa.
En el trasfondo en Gran Bretaña existe una sensación de asedio. Es una isla sobrepoblada con 70 millones de personas. Eso no se siente en Francia o en España donde hay más espacio, sumado al hecho de que es una isla que tiene una larga historia de tradición imperial, de soberanía y de lejanía
con la historia continental, son factores que detonaron la decisión de Brexit.
Solamente en el periodo de Tony Blair entraron 700 mil polacos, y desconozco cuántos rumanos.
Pero como sucede en Estados Unidos hay un descontento y un reclamo de la clase blanca trabajadora hacia el partido Laborista y los Tories. Los laboristas, así como pasa con los demócratas en Estados Unidos, han perdido muchos votantes de clase trabajadora que se les han ido a la extrema derecha con discursos antiinmigracioncitas, xenófobos, racistas.
Los británicos se han debilitado ante los ojos del mundo. Muchos se sintieron ofendidos y rechazados ante una votación que pone a Reino Unido como una sociedad, cerrada, racista, esnob y elitista. Han creado un problema donde no lo había, y si querían una soberanía y distanciarte del continente, lo único que han hecho con esta decisión es crear una dependencia acentuada hacía Europa.
México y el próximo presidente de EU
Anderson cree que la relación con México es muy importante y clave para los Estados Unidos.
Gane Trump o Clinton esta noche, se debe de buscar restablecer la relación con el gobierno de Peña Nieto, que resultó afectada por la invitación que realizó el presidente al candidato republicano a Los Pinos.
“Primero quiero decir que muy pocas veces he visto a un líder tomar tan malas decisiones, tantas veces y de manera tan vigorosa desde que llegó al poder, como lo ha hecho el presidente Enrique Peña Nieto”, opina Anderson.
“Y si gana Trump, no creo que México vaya a estar en una situación ventajosa, ni mucho menos.
Pero en el caso de Hillary, no veo porqué puedan empeorar las relaciones entre los dos países.
Hillary es ante todo una estadista que no le va a cobrar a Peña Nieto su desplante al reunirse con su adversario. Eso sí lo haría un Trump, pero no una Hillary. México es demasiado importante para Estados Unidos como para tomar ese evento a pecho. Así es la política, el hombre cometió un error, y ya está, pero hay que avanzar”.
> ¿Y, entonces, ¿quién va a ganar esta noche?
JLA: Espero que Hillary Clinton. No puedo concebir que gane Trump, aunque es muy posible que gane. Pero me mantengo optimista, y así como no esperé que ganara el Brexit y no esperaba que ganara el No a la paz en Colombia, espero que el día de hoy no sea la tercera decepción.