En Medio Oriente el círculo de violencia está a flor de piel.
Jordania ejecutó ayer a dos prisioneros pertenecientes a Al Qaeda antes del amanecer, solo horas después de la publicación de un video en Internet que supuestamente mostró a extremistas del Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés) quemando vivo y dentro de una jaula a un piloto militar jordano que habían tomado como rehén.
La espantosa muerte del teniente Muath Al Kaseasbeh, de 26 años, quien fue capturado en diciembre mientras participaba en ataques aéreos a los extremistas por parte de una coalición internacional liderada por Estados Unidos, provocó indignación y manifestaciones en contra de ISIS en Jordania.
Los titulares de los periódicos advertían que Jordania “se vengará” por este asesinato mientras el rey Abdulah II, un firme aliado de Occidente, regresó a toda prisa al país desde Washington y trató de persuadir a su gente que apoye una línea aún más dura contra los extremistas. Tener este tipo de apoyo es crucial para que Jordania permanezca en la coalición.
Inmolación televisada
En Raqqa, Siria, la capital de facto del califato instaurado por ISIS, los insurgentes emitieron alegremente el asesinato de Al Kaseasbeh en grandes pantallas públicas, dijeron activistas sirios en la zona. Algunos de los presentes coreaban “Dios es grande”, según un video difundido ayer en la red.
(Fuente: AP)
