Un tiroteo en masa volvió a estremecer a Estados Unidos.
Cuatro personas murieron y 14 más resultaron heridas ayer durante un ataque a la base militar de Fort Hood, en Texas.
Un funcionario policial federal, hablando bajo condición de anonimato, dijo que los reportes que circulaban al interior del Departamento de Justicia indicaban que el agresor murió por una herida que se provocó él mismo. Estos reportes no fueron confirmados.
El Ejército dijo en su cuenta oficial de Twitter que la base texana seguía en cierre de emergencia. Los heridos eran atendidos en el Centro Médico Carl R. Darnall dentro de la base y en hospitales locales.
Base maldita
El tiroteo evocó dolorosos recuerdos de 2009, cuando 13 personas fueron asesinadas en la misma base, en el ataque más letal contra una instalación militar nacional en la historia de EU. (Fuente: AP)
