Es común relacionar la mala alimentación y el tabaco con enfermedades crónicas como cáncer y diabetes.
Pero aceptar que fumar y no ejercitarse afectan por igual a la salud, no resulta tan fácil. Y menos asimilar que lo anterior está científicamente comprado.
De acuerdo a una serie de análisis publicados por la revista médica The Lancet, una de cada 10 muertes en el mundo es causada por sedentarismo. La estadística es la misma para el tabaquismo.
Sin embargo, la promoción que se le da al ejercicio está lejos de alcanzar las numerosas campañas contra el tabaquismo. Según los resultados de más de 30 investigadores, en total mueren 5 millones 300 mil personas por vivir bajo un estilo de vida sedentario.
“La inactividad aumenta con la edad, es mayor en mujeres que en hombres, y se incrementa en países de altos ingresos”, concluye el reporte.
“A nivel mundial, 31 por ciento de los adultos son físicamente inactivos, con proporciones que van del 17 por ciento en el sureste de Asia, a alrededor de 43 por ciento en América y el Mediterráneo oriental”.
En cuanto a los adolescentes, la proporción de jóvenes de 13 a 15 años de edad que realizan menos de 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa por día, es de 80.3 por ciento. Lo anterior adquiere relevancia porque la ausencia de ejercicio se traduce en enfermedades.
Sedentarismo como pandemia
Para los expertos que llevaron a cabo la investigación dirigida por la doctora I-Min Lee de la Universidad de Harvard, es momento de que el tema adquiera la seriedad necesaria para que la población responda a la advertencia.
Y es que los fallecimientos por sedentarismo representan poco más del 11 por ciento de las muertes registradas anualmente a nivel mundial, lo que convierte a la inactividad en una pandemia.
El estudio detalla que la ausencia de actividad física está causando enfermedades principalmente cardiovasculares, diabetes y cáncer de mama, colon y recto.
Cuatro de cada cinco jóvenes en el mundo corren alto riesgo de padecer estas enfermedades por falta de ejercicio. Y más del 33 por ciento de los adultos se encuentran en la misma situación.
El problema se complica en un país como México, que tiene el primer lugar mundial en obesidad infantil y más de 7 millones de personas que padecen diabetes.
Además, en los últimas dos décadas han aumentado un 30 por ciento los casos de diabetes mellitus en México, que, de acuerdo a la Secretaría de Salud, se debe en gran parte al incremento del sobrepeso y la obesidad entre los mexicanos.
Otro consecuencia de la inactividad física, más allá de poner en riesgo la vida de los ‘sedentarios’, es que afecta fuertemente el presupuesto que los países destinan al sector salud.
Por ejemplo, en el caso de México, la Federación Mexicana de Diabetes reportó que en 2011 el costo de la diabetes en el país asciende a los 8 mil millones de dólares por costos directos e indirectos del padecimiento.