El papa emérito Benedicto XVI reconoció que gobernar la Iglesia católica no fue su fuerte, pero no ve su etapa al frente de la institución como un fracaso y dijo que al menos tuvo éxito al desbaratar el llamado “grupo de cabildeo gay” del Vaticano.
Pasajes del libro, “Benedetto XVI, ultime conversazioni” (Benedicto XVI, últimas conversaciones) aparecieron el jueves en el diario italiano Corriere della Sera así como el semanario Die Zeit y el diario Bild en Alemania.
En los pasajes, Benedicto reconoce los “momentos difíciles” de su pontificado: el resurgimiento del escándalo por abusos sexuales en 2010, su exoneración de un obispo negador del Holocausto y la filtración de sus papeles privados por su propio mayordomo.
Benedicto destacó como uno de sus éxitos la disolución del llamado “grupo de cabildeo gay” en el Vaticano.
La existencia de este grupo de prelados homosexuales —que supuestamente promovían y defendían sus intereses mediante la extorsión— ha sido elevada a la categoría de mito en la prensa italiana, sobre todo desde que Benedicto creó una comisión de tres cardenales para investigar la filtración de sus papeles en 2012.
“En efecto, me señalaron la existencia de un grupo, entretanto lo hemos disuelto. Esto fue mencionado en el informe de la comisión (de tres cardenales), que pudieron identificar un grupo pequeño de cuatro o cinco personas, que disolvimos. No sé si algo así volverá a formarse. En todo caso, no es como si hubiera cosas así por todas partes”, dijo Benedicto.
Con información de AP