La escena es más que dolorosa: agentes de la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) de los Estados Unidos destruyen los galones de agua que organizaciones y ciudadanos dejan en el paso de migrantes indocumentados en el desierto.
Es el desierto de Arizona, uno de los más agrestes del mundo. Por ahí, miles de personas intentan cruzar la frontera de manera indocumentada, retando a la naturaleza para intentar llegar a tierras norteamericanas.
El calor y el frío son extremos, a lo que se suma lo accidentado del terreno de montañas rocosas y la presencia de fauna nociva, se vuelven amenazas de muerte para los migrantes indocumentados.
Y ahí, agentes de la Patrulla Fronteriza eliminan toda la ayuda humanitaria que voluntarios llevan al desierto, dejando galones de agua o prendas de ropa para enfrentar el frío en invierno o cubrirse del calor en el verano.
Un reporte de No More Deaths (No Más Muertes), una organización basada en Arizona que defiende y auxilia a los migrantes en su paso por el desierto -o intenta recuperar sus cuerpos, si mueren en el camino-, revela que la destrucción de la ayuda por parte de la Patrulla Fronteriza es sistemática. Incluso, lo han documentado en video.
“En datos recopilados por No Más Muertes desde 2012 a 2015, encontramos que al menos 3 mil 586 galones de agua fueron destruidos en un corredor del desierto de aproximadamente 800 millas cuadradas cerca de Arivaca, Arizona.
“Los agentes de la Patrulla Fronteriza cortan, pisotean, golpean, vierten y confiscan las botellas de agua que los voluntarios de ayuda humanitaria dejan a lo largo de conocidas rutas de los migrantes en el desierto de Arizona. Estas acciones condenan a los que intentan cruzar la frontera a sufrimiento, muerte y desaparición”, expone No Más Muertes.
En la segunda parte de su informe “Muerte y Desaparición en la Frontera de los Estados Unidos con México”, dedicado a la “Interferencia a la Ayuda Humanitaria”, la organización señala que la destrucción de toda la ayuda humanitaria es considerada como una “táctica razonable” para hacer más difícil el paso de los migrantes.
“La práctica de destrucción e interferencia a la ayuda no es la conducta desviada de unos cuantos agentes malintencionados de la Patrulla Fronteriza; es una característica del sistema de las prácticas de imposición en los territorios fronterizos y una extensión lógica de la estrategia más amplia de Prevención a Través de la Disuasión”, sostiene la organización.
La información sobre la destrucción de ayuda humanitaria fue obtenida mediante un análisis de Sistema de Información Geográfica (SIG), así como de entrevistas con voluntarios de este y otras organizaciones y con migrantes que cruzaron la frontera por el desierto.
Según datos de la Patrulla Fronteriza, citados por el informe, entre 1998 y 2016 fueron recuperados los restos de 6 mil 915 personas que fallecieron a lo largo de la frontera. No Más Muertes tiene certeza de que ese número no refleja la verdadera cantidad de personas que han perdido la vida en su intento por llegar a Estados Unidos.
“Debido a lo remoto del terreno donde cruza gente, solo una fracción de aquellos que perecen en el desierto son descubiertos y, aquellos que nunca son encontrados, son considerados como desaparecidos”, dice el informe.
El 16 de enero de 2017, Reporte Índigo publicó la primera parte de este informe, dedicado a las tácticas que utiliza la Patrulla Fronteriza que han servido para provocar la desaparición y muerte de miles de personas.