Pedro Flores, considerado en su momento como el narcotraficante más importante de la ciudad de Chicago por las autoridades federales estadounidenses, comenzó a testificar este martes en el juicio de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Flores, ciudadano estadunidense que recibió una condena de 14 años de prisión tras declararse culpable de cargos relacionados con el tráfico de drogas, se convirtió en la década del 2000 en el más importante distribuidor de cocaína para el Cartel de Sinaloa en Chicago.
En su carrera, Flores y su hermano distribuyeron 60 toneladas de cocaína y otras drogas. El negocio se multiplicó una vez que ellos entraron en contacto con Guzmán y con Ismael “El Mayo” Zambada.
Flores contó algunos episodios aterradores de su encuentro con Guzmán, como una vez que el acusado mandó ejecutar a una persona por un error del testigo, quien pensó que una nota de prensa era falsa.
El testigo también narró que una vez, cuando llegó al rancho de Guzmán, vio a un hombre encadenado a un árbol, y el lugar era vigilado por unos 40 hombres armados.