A medida que el mandato de un presidente transcurre, algunos de los desafíos que se le van presentando llegan de golpe y sin aviso. Justo como le sucedió a Pedro Sánchez, en España, con el tema de la inmigración.
Desde el pasado lunes 17 de mayo, la administración de Sánchez se ha enfocado en el quehacer migratorio tras la llegada de ocho mil inmigrantes marroquíes a Ceuta y Melilla, dos territorios españoles ubicados al norte de África.
Hasta el día de ayer, ese número ya había descendido a más de la mitad, de acuerdo con el Ministerio del Interior del gobierno español, luego de que los inmigrantes fueran retornados a su lugar de origen, la mayoría de manera voluntaria.
Desde el primer momento, el presidente Pedro Sánchez aseguró que se dedicaría a frenar el tránsito migrante de la frontera con Marruecos a través del implemento de seguridad, con el objetivo de defender su territorio y darle seguridad a la ciudadanía, principalmente a la que está ubicada en Ceuta y Melilla.
Sin embargo, y después de las peticiones de diferentes ONG´s, Sánchez propuso a distintas comunidades acoger específicamente a los niños, niñas y adolescentes ya tutelados. Y aunque regiones como Canarias y Asturias se mostraron dispuestas, otras no lo aceptaron del todo, como Andalucía, Murcia y Madrid.
“Save the Children (España) insiste en la ilegalidad de las devoluciones en caliente de niños, niñas y adolescentes, ante el riesgo de que se lleven a cabo expulsiones sin garantías y sin un sistema adecuado de identificación”, declaró la organización, uniéndose a otras ONG´s, como la UNICEF.
David Muñoz, jefe de la carrera de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, comenta respecto a la postura del presidente que su dureza frente al tema cambia de manera drástica el actuar que ha tenido su partido ante la migración de manera general.
“Esa es la primera impresión (que genera), que él ya está posicionado en un discurso mucho más protector, más enfocado en la seguridad, y sobre todo en un tono mucho más desafiante al no permitir el ingreso de estos inmigrantes a su territorio (…) Es un cambio realmente muy interesante, pero también lo está haciendo ante la presión social que hay en España con respecto al tema”, declara.
De acuerdo con datos de la Comisión Europea, en 2019 se registró un incremento de las devoluciones de inmigrantes de la Unión Europea a diferencia de 2018. De 457 mil a 491 mil.
Entre ellos, de los principales países de donde provenían los inmigrantes era de Ucrania, con el 19 por ciento de todas las devoluciones; Albania, con el 11; y Marruecos, con el 7.2.
Además, en 2019, la Comisión registró 141 mil 700 cruces fronterizos ilegales al bloque europeo. En 2020 hubo 114 mil 300.
Pedro Sánchez, En busca de un pacto migratorio
Horas después de que se registrara la llegada de inmigrantes a Ceuta y Melilla, entre las principales personas que dieron una opinión al respecto fueron Charles Michel, presidente del Consejo Europeo; Josep Borrell, representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad; y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Particularmente, Von der Leyen, además de solidarizarse con la situación, puso sobre la mesa una opción para ponerle un freno al problema: la creación de un nuevo Pacto sobre Migración.
“Necesitamos una política europea común en materia de migración y compromisos compartidos con los países vecinos para gestionar juntos la migración”, declaró del mismo modo David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo.
Ante esto, David Muñoz, académico de la FES Aragón, admite que esta es una oportunidad para que los representantes del bloque europeo asuman la exigencia que se les ha pedido por años, y además del pacto, brinden más protagonismo y mayor apoyo a los países del sur de Europa para poder enfrentar la migración ilegal.
“Los países del sur de Europa, como es el caso de España, Italia o de Grecia, tienen una presión migratoria muy fuerte por su ubicación geográfica, y actualmente en sus costas hay mucha presencia de inmigrantes que quieren llegar a ellos para ingresar a otros países de la Unión Europea”, agrega.
En ese sentido, Muñoz enfatiza la importancia de que el bloque, principalmente la Comisión Europea, brinde recursos para poder frenar la inmigración de manera conjunta, como un verdadero bloque, justo como lo ha señalado Ursula von der Leyen y David Sassoli.