La pederastia por parte de sacerdotes es discutida actualmente en el Vaticano. Treinta y cuatro obispos chilenos convocados por el encubrimiento de abusos sexuales comenzaron una serie de reuniones con el papa Francisco este martes. Estos encuentros durarán tres días y una de sus consecuencias puede ser la expulsión de muchos elementos de la jerarquía católica chilena.
En los últimos meses, los obispos chilenos y el Pontífice han pedido perdón a las víctimas de agresiones sexuales por parte de integrantes de la iglesia católica. “Hemos cometido errores, sentimos dolor y vergüenza. Si es necesario pedir perdón, lo haremos 70 veces 7”, dijeron en una rueda de prensa los voceros de la Conferencia Episcopal de Chile, Fernando Ramos y Juan Ignacio González.
En el mismo sentido, el papa Francisco habló sobre la pedofilia y los abusos dentro de la iglesia en un nuevo documental titulado Pope Francis – A Man of his Word.
“Frente a la pedofilia tolerancia cero. La Iglesia debe castigar a los sacerdotes por ese problema y los obispos deben remover de su función sacerdotal a los sacerdotes que tienen esa enfermedad, esa tendencia de la pederastia e incluso acompañar la denuncia de los padres en los tribunales civiles. Eso no tiene salida de otro tipo”, expresó el papa Francisco en este nuevo largometraje.
El papa también publicó una carta dirigida a los obispos chilenos en la que pedía perdón por proteger y defender a Juan Barros, uno de los obispos clave de la crisis actual en la iglesia católica en Chile.
Barros fue nombrado obispo por el Pontífice en la ciudad chilena de Osorno en 2015 a pesar de las acusaciones de que había encubierto los abusos sexuales contra menores de edad cometidos por el sacerdote Fernando Karadima. Este obispo dijo que no estaba al tanto de las conductas del clérigo.
“Reconozco que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada. Ya desde ahora pido perdón a todos aquellos a los que ofendí y espero poder hacerlo personalmente, en las próximas semanas, en las reuniones que tendré con representantes de las personas entrevistadas”, afirmó el papa en la carta firmada el 8 de abril del presente año.
Karadima es acusado de violar durante años a cuatro jóvenes chilenos, de acuerdo con la justicia civil y eclesiástica.
La respuesta de las víctimas
Las víctimas reaccionaron a la conferencia de prensa realizada por los obispos Ramos y González en Roma este lunes. En la reunión con la prensa, González sostuvo que “me he entrevistado con muchas víctimas, conozco a las víctimas que recibió el Santo Padre, conozco a todas las víctimas de los maristas”.
Esta frase generó molestia en Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton, quienes fueron víctimas de Karadima. “La verdad según obispos de Chile es bien distinta a la que vivimos todos”, publicó Cruz en Twitter.
El denunciante añadió en la red social: “Mi conclusión sobre la conferencia de prensa de obispos chilenos, Ramos y González, es que son grandes actores, que ven una realidad y una verdad totalmente distinta a la que vemos la gente común”.
En el mismo sentido, James Hamilton dijo en Twitter que “nunca me he juntado ni he hablado con ese personaje siniestro, impactante su capacidad de mentira”.
Por su parte, José Andrés Murillo afirmó que “hace un tiempo este obispo nos dijo públicamente que la cortáramos con que nos tenían que pedir perdón. Jamás lo he visto en persona”.
En el mismo tenor, Juan Carlos Claret, vocero de la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno, declaró que lo que espera de la reunión de los obispos con el papa es la destitución de los personas que encubrieron los abusos.
“Lo primero que esperaríamos es la remoción de 11 obispos, a lo menos. Esperaríamos que el Papa institucionalmente abra la puerta para que la iglesia en Chile pueda consensuar diagnósticos y un plan de acción”, aseguró el vocero.
Claret opinó que “hay varios matices. Hay quienes creen con esperanza que Francisco marcará una hoja de ruta clara que conduzca a solucionar la crisis, sin embargo, la mayor actitud es de escepticismo”.
Por otra parte, el Vaticano informó a través de un comunicado que emitió el pasado sábado que considera necesario “examinar en profundidad sus causas y consecuencias, así como los mecanismos que han llevado en algunos casos a su encubrimiento y a las graves omisiones hacia las víctimas”.
También explicó que los encuentros se completarán con los “numerosos testimonios orales y escritos” que el Papa ha seguido recibiendo en las últimas semanas.
La primera declaración pública como consecuencia de las reuniones fue ayer durante la homilía de una misa matutina. Sin mencionar específicamente a Chile, el papa comentó que cada obispo debe saber “cuando es momento de irse y renunciar”.
Un acto de congruencia
Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionales, opinó que la reunión del papa con los obispos chilenos es un acto de congruencia de parte del Vaticano. Afirmó que este acontecimiento permitirá abrir las puertas a reformas dentro de la iglesia católica
La doctora en relaciones internacionales aseguró que la reunión promete ser resolutiva. La especialista consideró que en estos días se crearán medidas para enfrentar la situación de los obispos acusados de encubrimiento y los abusos sexuales, tales como un decálogo de acciones a realizar en este tipo de circunstancias. Estas estrategias se podrían aplicar no sólo en Chile, sino en todos los países con presencia de la iglesia católica.
Ramírez Uresti mencionó que la reunión demuestra la búsqueda de reformas dentro de la iglesia católica desde la llegada del papa Francisco al poder. La internacionalista argumentó que cualquier institución religiosa, al igual que los partidos políticos, necesita reformas para estar a la vanguardia de las necesidad sociales.
“El mensaje del papa Francisco ha sido muy claro en el sentido de reformar a la iglesia desde la misma institución, es decir, darle a los obispos, sacerdotes y todos los jerarcas de la iglesia católica nuevos roles que sean más propositivos y más transformadores”, finalizó la internacionalista.
Más casos documentados
Las acusaciones de abuso sexual contra Karadima no son las únicas en Chile. Bishop Accountability, una organización estadounidense que documenta casos de abuso sexual en la iglesia católica, reveló al principio de este año una base de datos con nombres de presuntos abusadores chilenos relacionados al clero.
La investigación informó que hay 78 casos de abusos sexuales posiblemente cometidos en el país sudamericano. Los responsables son sacerdotes, diáconos y monjas.