El tiroteo más reciente en Fort Hood, Texas, donde un miembro en activo del Ejército estadounidense asesinó a tres personas antes de quitarse la vida, abrió de nueva cuenta la discusión sobre la decadente condición de los miembros de sus fuerzas armadas, particularmente de los que regresan de combate.
De acuerdo al Departamento de Asuntos de los Veteranos, un promedio de 22 veteranos de guerra se suicidan cada día, lo que representaría más de dos mil suicidios en lo que va el año.
La tasa ha ido incrementando gradualmente durante los últimos 10 años.
Mientras que uno por ciento de los estadounidenses han servido en el Ejército, antiguos soldados en activo representan el 20 por ciento de los suicidios en el país, según un reporte del Center for a New American Security.
De acuerdo al informe, los factores que aumentan el riesgo de suicidio son el dolor crónico y síntomas del trastorno por estrés postraumático como la depresión, ansiedad y abuso de sustancias. Estos factores están altamente asociados con experiencias de despliegue en Afganistán e Irak.
El soldado que abrió fuego esta semana en Fort Hood estaba siendo tratado por depresión y ansiedad.
A ellas les va peor
Las mujeres soldados tienen los mismos problemas que los hombres, desde traumáticas lesiones físicas hasta trastorno por estrés postraumático, sin embargo, si las malas experiencias de los hombres no llaman suficientemente la atención, las historias de las mujeres pasan desapercibidas.
Además de la falta de reconocimiento que se les da a las mujeres que han servido en el Ejército, ellas tienen que enfrentar problemas como acoso sexual y violaciones. Un tercio de las mujeres en las fuerzas armadas han sido violadas.
De la misma forma, son tres veces más propensas a suicidarse que las civiles.
Presionan a Obama
Aunque Obama ha cumplido la mayoría de sus promesas en relación a los veteranos, la situación de estos sigue empeorando y grupos han presionado al presidente para que aborde el problema con más fuerza.
Por su parte, la Casa Blanca declaró después del último ataque de Fort Hood, que “esta Administración está comprometida a defender la confianza sagrada de nuestros veteranos (sin embargo) se necesita trabajar más”.