Las elecciones en Estados Unidos están cada vez más cerca y los piratas cibernéticos se mantienen al acecho del proceso electoral, como ocurrió en la jornada de 2016.
Hackers de países como Rusia, China e Irán han lanzado diferentes ataques para comprometer los canales de comunicación privada de las campañas políticas de los candidatos a la presidencia, con el probable respaldo de sus gobiernos.
William Evanina, director general del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad (NCSC, por sus siglas en inglés), informó que los hackers tienen intenciones de comprometer la estructura electoral estadounidense, por lo que autoridades se encuentran monitoreando los accesos a las redes estatales y federales de Estados Unidos.
En un mensaje a medios, Evanina aseguró que para los delincuentes informáticos resultaría difícil irrumpir o cambiar el recuento de votos de la elección presidencial del próximo 3 de noviembre, en la que se enfrentarán el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden.
La oficina de inteligencia añadió que los tres países utilizan medios tradicionales, como las redes sociales y medios de información falsos, como parte de sus esfuerzos para influir en las preferencias y perspectivas de los votantes con el fin de afectar la confianza en la democracia de la nación norteamericana.
“Llamamos a los estadounidenses a que consuman la información con ojo crítico, revisen las fuentes antes de publicar o difundir mensajes, practiquen una buena higiene cibernética y alfabetización mediática, y denuncien actividades sospechosas relacionadas con las elecciones a las autoridades”, dijo Evanina.
Las alertas sobre los ataques también fueron emitidas por Google, una de las más grandes empresas de tecnología en Estados Unidos. La compañía que dirige Sundar Pichai informó que su Grupo de Análisis de Amenazas detectó recientes ataques por parte de hackers chinos e iraníes.
La tecnológica, con sede en Mountain View en Santa Clara, California, en un informe detalló que estas naciones sumaron fuerzas para atacar a los candidatos a la presidencia. El grupo de hackers de China tiene como objetivo a Biden, mientras que los iraníes han puesto el blanco en el presidente Trump.
El equipo de Análisis de Amenazas de Google añadió que los piratas cibernéticos han atacado con pishing a personas involucradas en las campañas electorales, a quienes les hacen llegar contenidos falsos para intentar conseguir sus datos y credenciales de acceso a información interna, aunque hasta ahora parece que no han tenido éxito.
No obstante, la compañía lanzó un llamado a quienes participan de forma directa en las campañas de Biden y Trump para que refuercen su seguridad y utilicen métodos como la autentificación de dos pasos, el cual ejecuta dos procesos diferenciados para verificar la identidad del usuario y permitir el acceso a su cuenta desde dispositivos nuevos o no reconocidos.
Estas actividades por parte de los hackers iraníes no son recientes. En octubre de 2019, Microsoft reveló datos sobre un ataque masivo de un grupo relacionado con el gobierno de Hasán Rohani, con el que intentaron acceder a 200 cuentas de correo electrónico relacionadas con el equipo de campaña del presidente Trump.
El fantasma de 2016 y los piratas cibernéticos
La información que se ha revelado respecto a los ataques cibernéticos tiene antecedentes en 2016, cuando un grupo de informáticos rusos buscaron interferir en la elección presidencial, proceso en el que Donald Trump resultó ganador.
Entonces, los hackers atacaron el sistema electoral de Estados Unidos, y de acuerdo con medios de ese país, el alcance fue muy extenso dado que intentaron infiltrar la base de datos de votantes y los sistemas de software en 39 estados de la nación.
Los ciberdelincuentes querían alterar los datos del padrón electoral, para lo cual accedieron a un software que sólo era utilizado por personal encargado del desarrollo electoral durante el día de las elecciones.
Ante una queja que fue interpuesta por el otrora presidente Barack Obama, funcionarios rusos negaron haber participado en los ataques cibernéticos, en los que se consideró una campaña que comprometió la candidatura de la demócrata Hillary Clinton.
En la actualidad, los países tienen intereses particulares para atacar el proceso electoral en Estados Unidos, los cuales fueron divulgados por el Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad.
En este sentido, el centro detalló que los ataques de los informáticos chinos buscan afectar el proceso y poner presión sobre las figuras públicas. Rusia, en tanto, quiere debilitar la influencia de Estados Unidos en el mundo y minar la confianza de los electores en el ejercicio electoral de este año.
Irán también está buscando socavar las instituciones democráticas y dividir a Estados Unidos, por lo que las acciones de estos piratas cibernéticos se centran en difundir noticias falsas en redes sociales.
Las autoridades de inteligencia de Estados Unidos no han ofrecido más detalles sobre los ataques, aunque aseguran que el proceso electoral está blindado y no habrá intromisiones como ocurrió en 2016.
“Los esfuerzos extranjeros para influir o interferir con nuestras elecciones son una amenaza directa para el tejido de nuestra democracia. Neutralizar estas amenazas requiere del esfuerzo de toda la nación”, declaró William Evanina.