Entre los meses de febrero y junio de 2016 se realizarán las elecciones primarias al interior del partido demócrata, la cuales definirán al candidato que los representará en la elección general para la presidencia de Estados Unidos.
Pero es muy probable que todo se decida mucho antes de que terminen las primarias en todos los Estados.
La asamblea partidista de Iowa o los Iowa Caucuses del próximo primero de febrero servirán para medir la temperatura real de la contienda y, muy probablemente, definir de antemano al elegid@.
La Secretaria Hillary Clinton sigue representando la apuesta más segura y al interior de su partido pocos se aventuran a vaticinar una derrota ante Bernie Sanders.
No obstante, la excelente actuación del veterano senador en el último debate ha renovado las esperanzas de los que quieren que “Bern” sea el próximo inquilino de la Casa Blanca.
La contienda entre Clinton y Sanders ya tiene tintes de una especie de Final de Conferencia de futbol americano – las de la NFL se juegan este fin de semana – con un anticipado final cardiaco para ambos contendientes.
Sanders viene de atrás
Hace un año, en Estados Unidos se veía muy lejana la posibilidad de que políticos no tan reconocidos en Washington y en sus partidos pudieran suplir a Barack Obama. Del lado republicano todo parecía favorecer las aspiraciones de Jeb Bush y del lado demócrata Hillary Clinton era la opción más sólida.
Después del verano hubo una revolución en ambos bandos.
Donald Trump irrumpió sorpresivamente y dejó a Bush atrás y muy lejos de aspirar a continuar la dinastía presidencial de su familia.
Del otro lado, el surgimiento de Sanders ha sido más paulatino. No ha podido nunca rebasar a Clinton en las encuestas generales, pero sí lo ha hecho en algunos Estados importantes.
La campaña que lanzó el senador Sanders revolucionó la política alrededor de la contienda presidencial y eso ya tiene un mérito propio.
Con una estrategia que se enorgullece de no recibir donaciones de multimillonarios de Wall Street y galvanizando demandas para que exista justica social y económica en Estados Unidos Sanders entusiasmó a millones.
Salud universal y sin costo, universidades gratuitas, subir a 15 dólares el salario mínimo, ponerle un freno a las grandes corporaciones y a los millonarios; son todas propuestas de una izquierda socialista que nunca había sido popular en EU.
La franqueza y el carisma de Sanders han hecho que muchos estadounidenses, que viven la peor crisis económica de los últimos 80 años, encuentren sentido en propuestas que antes eran satanizadas como fantasmas del comunismo.
Sanders es un político atrevido y sabe que está abajo en las encuestas. Su estrategia para contrarrestar esta desventaja ha sido clara.
“No quiero su voto, quiero que juntos hagamos una revolución política que atienda los cambios que nuestra nación necesita desesperadamente”, ha dicho el senador por Vermont.
De animador a contendiente
A principios de septiembre, Reporte Indigo cubrió el surgimiento del desconocido Bernie Sanders y las preocupaciones que esto generaba en Hillary Clinton.
En aquel momento – el cual también coincidió con el inicio de la temporada de la NFL – la aparición de Sanders en el panorama político fue entretenido, pero nadie creía que podría convertirse en un contendiente tan serio como lo es ahora.
La más reciente victoria de Sanders en el último debate demócrata no es la única razón por la cual existen posibilidades reales de que remonte en los últimos momentos y pueda vencer a la ex Primera Dama.
Sanders ya le pisa los talones a Clinton en Iowa y ya lidera el estado de New Hampshire con casi siete puntos de diferencia en las encuestas. Ambos lugares, importantes bastiones demócratas.
En 2008, cuando la contienda era muy cerrada entre Obama y Hillary Clinton, el triunfo de Obama en Iowa marcó definitivamente el derrotero de la disputa. Si Sanders logra asegurar una resonante victoria el 1 de febrero la historia se puede repetir.
Además existen otros factores que pueden beneficiar a Bernie Sanders.
Al inicio de su campaña se dijo que era un candidato para los jóvenes hippies, hipsters y liberales radicales. Ellos siguen siendo parte importante de su base de seguidores, pero también ha comenzado a atraer a la comunidad latina, a los afroamericanos y finalmente a las mujeres.
Muchas mujeres todavía consideran como un histórico triunfo de género la posible victoria de Clinton en noviembre, pero poco a poco las propuestas de Sanders han hecho cambiar esa tendencia.
La misma Clinton ha dicho que defender los derechos de las mujeres en Estados Unidos es también una responsabilidad de los hombres y un candidato comprometido con los asuntos de género como Sanders, hace que muchas mujeres no se sientan obligadas a votar por Clinton sólo por ser mujer. Lo que piden es efectividad en sus demandas y aparentemente el veterano neoyorquino tiene buenos argumentos al respecto.
Finalmente, hay que recordar que a los estadounidenses les gustan los finales emocionantes y las victorias imposibles.
La posibilidad de una remontada está del lado de Sanders y esto le está costando caro a Hillary Clinton. En el sentido literal, pues tendría que gastar más dinero para renovar su campaña y también en el figurado, pues a nadie en EU le gusta el triunfalismo anticipado.
Sanders tiene la bola y está a punto de lanzar un pase bomba a la zona de anotación. ¿Podrá completar el envío y dejar a Clinton abatida en el terreno?
> El inicio de la revolución en RI
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