Sin decir una sola palabra al respecto, el expresidente Barack Obama y su famoso ‘Obamacare’ hundieron aún más la popularidad de Donald Trump, pues su tropiezo en la reforma de salud, que pretendía derogar el legado de su antecesor, representó su primer gran fracaso como negociador.
A lo largo de la campaña presidencial, Trump prometió derogar el Obamacare en múltiples ocasiones por ser un “desastre” para la economía estadounidense, a la par que no dejaba de venderse como un gran negociador que podría convencer a cualquiera.
Luego que Trump no logró convencer con su proyecto de salud al ala más conservadora de los republicanos en el Congreso, la aceptación de Trump entre los estadounidenses cayó hasta el 36 por ciento, el nivel más bajo desde que asumió la presidencia.
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La medición fue realizada por la consultora Gallup y representó una disminución de cinco puntos porcentuales respecto al 41 por ciento de aceptación que tenía Trump, previo al fiasco que representó la reforma en materia de salud.
Trump tomó la presidencia con cifras bajas de aceptación, apenas el 46 por ciento de los ciudadanos veían con bueno ojos al mandatario, a partir de allí y tras la suspensión de un juez al veto migratorio para siete países musulmanes, su popularidad continuó a la baja.
El punto más bajo que llegó a alcanzar Obama en toda su administración fue de 38 por ciento en 2011, es decir, dos años después de haber sumido la presidencia como el primer mandatario de origen afroamericano.
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En el caso de Bill Clinton, su mínimo histórico de popularidad fue en el verano de 1993, cinco meses después de asumir el poder. George W Bush, Ronald Reagan, Jimmy Carter, Richard Nixon, Lyndon Johnson y Harry Truman han tenido niveles más bajos de popularidad que Trump aunque no en los primeros meses de su mandato.