A lo largo de la administración de Barack Obama, presidente ganador del premio Nobel de la Paz en 2009, la industria de las armas ha proliferado más de lo que se pronosticó antes de tomar protesta.
La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) esperaba que durante los cuatro años de gobierno del demócrata, él sería el “presidente más opuesto al armamento en la historia de Estados Unidos”.
Sin embargo, el mandatario no ha presionado para promover una agenda que detenga el actual auge de dicha industria.
No obstante, los propietarios de armas aún temen que , si es reelegido, Obama restringiría la compra de fusiles al no tener que someterse de nuevo a una elección.
Una industria en bonanza
Las ventas de las armas están aumentando, tanto que algunas compañías carecen de la capacidad para fabricarlo con suficiente rapidez, según informó AP.
Las acciones de las principales empresas de armas han subido de precio. La cantidad de vendedores al por menor que cuentan con una licencia federal para hacerlo está incrementándose por primera vez en casi 20 años.
El Congreso y el gobierno han expresado poco interés en aprobar nuevas leyes que regulen el uso del armamento, a pesar de que ha habido renovadas exhortaciones a hacerlo tras tiroteos letales recientes en Colorado y Wisconsin.
La maltrecha economía del país, el temor a la delincuencia y el hecho de que algunos militares veteranos que regresan de la guerra deseen practicar el tiro al blanco con el fin de conservar sus habilidades también podrían estar impulsando las ventas de armas.
Pero en general la visión de los analistas y de las personas en esta industria es que el mandatario Obama es el principal catalizador.
Durante el debate presidencial de la semana pasada el mandatario sugirió renovar una prohibición a las armas de asalto y desarrollar una estrategia general para disminuir la violencia.
Sin embargo, tanto él como su rival republicano, Mitt Romney, dijeron que el gobierno necesita hacer valer las leyes de control de armas que ya están en los códigos legales.
El hecho de que las ventas estén tan altas “hace que sea increíblemente irónico que los cabilderos en favor de las armas se opongan a Obama”, dijo Dan Gross, presidente de la Campaña Brady para Prevenir la Violencia con Armas.
Gross dijo que Obama, que en un principio hizo campaña para reactivar la prohibición al armamento de asalto que expiró en el gobierno de George W. Bush, ha hecho “decepcionantemente poco” para controlar la proliferación de fusiles y el auge de esta industria.
La NRA sostiene sus pronósticos de 2008 de que el mandatario se opondría a las armas.
Andrew Arulanandam, portavoz del organismo, hizo notar que Obama nombró a dos jueces de la Corte Suprema a los que la NRA considera opuestos a las armas, además de que respaldó un tratado de las Naciones Unidas para controlar el comercio de armamento.
(Con iformación de AP)