La honestidad parece ser una característica escasa entre los presidentes de Centroamérica.
Un análisis hecho por el diario El País reveló que de 32 hombres y mujeres que gobernaron en una de las seis naciones centroamericanas entre 1990 y 2010, se han denunciado a 13 por casos de corrupción y desvío ilegal de recursos.
Destaca el caso más reciente del expresidente de El Salvador Francisco Flores, quien recibió una orden de arresto el 7 de mayo por “desaparecer” 15 millones de dólares de un donativo que le hizo Taiwán a su país tras dos terremotos del 2001.
“La crisis judicial con políticos o militares que llegaron al poder por vías legales o ilegales ha sido una constante en los últimos años y el más reciente caso es el de Flores, quien gobernó de 1999 a 2004”, reportó ayer el periódico español.
La situación más polémica es la del expresidente de Guatemala Alfonso Portillo Cabrera, a quien Estados Unidos extraditó en el 2013 por estar acusado de lavar 70 millones de dólares a través de bancos estadounidenses.
La justicia estadounidense declaró este año culpable a Portillo, quien fungió del 2000 al 2004, por lo que podría enfrentar hasta 20 años de prisión y 500 mil dólares de multa.
La región opaca
En Centroamérica, casi todos los países tienen graves problemas de corrupción, asegura el índice de Transparency International.
De acuerdo con el organismo, países como Honduras, Nicaragua y Guatemala están entre los últimos puestos de toda América Latina.
En la región destaca el caso de Costa Rica, que es el séptimo país menos corrupto de Latinoamérica.