La Corte Suprema de Pakistán ordenó ayer la detención del primer ministro del país, Raja Pervaiz Ashraf, en un caso de corrupción que involucra a estaciones eléctricas privadas, según informaron funcionarios judiciales.
Los funcionarios dijeron que los jueces también ordenaron la aprehensión de otros acusados en el caso.
Ashraf fue el ministro responsable del agua y la electricidad antes de ser el primer ministro paquistaní.
Un asesor de Pervaiz Ashraf, Fawad Chaudhry, condenó la orden judicial y la calificó de inconstitucional.
Poco antes, un clérigo que ha inflamado el enojo de los paquistaníes ante los indicios de corrupción e indiferencia en el gobierno exigió que renuncien los gobernantes del país, en un discurso pronunciado ante miles de sus seguidores en la capital.
La drástica entrada a la política paquistaní de Tahir-ul-Qadri, un predicador que hasta hace poco vivía en Canadá, ha producido preocupación entre algunos de que esté buscando descarrilar las elecciones a instancias del poderoso ejército del país. Hay elecciones programadas para el segundo trimestre.
Qadri lo negó y aseguró que sólo busca erradicar la corrupción.