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A prisión por los cuernos

Aunque se sabe que la caza furtiva ha llegado a niveles récord amenazando la supervivencia de los rinocerontes y los elefantes, los cazadores y traficantes pocas veces reciben su merecido castigo.

No es el caso de Xiao Ju Guan, un comerciante de antigüedades canadiense que esta semana se declaró culpable de haber traficado más de 400 mil dólares en cuernos de rinoceronte y esculturas de marfil. 

Guan fue detenido en marzo como parte de la “Operación Crash”, una campaña nacional contra este tipo de contrabando.

Valiosas ‘artesanías’ 

Aunque se sabe que la caza furtiva ha llegado a niveles récord amenazando la supervivencia de los rinocerontes y los elefantes, los cazadores y traficantes pocas veces reciben su merecido castigo.

No es el caso de Xiao Ju Guan, un comerciante de antigüedades canadiense que esta semana se declaró culpable de haber traficado más de 400 mil dólares en cuernos de rinoceronte y esculturas de marfil. 

Guan fue detenido en marzo como parte de la “Operación Crash”, una campaña nacional contra este tipo de contrabando.

Valiosas ‘artesanías’ 

El hombre, de 36 años, le compró dos cuernos de rinoceronte negro, especie en peligro de extinción, a agentes encubiertos del Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de Estados Unidos en un almacén en Nueva York. Después los envió por correo con la etiqueta “artesanías” a una dirección ubicada a una milla de la frontera con Canadá y a unas 17 millas de su negocio en Richmond, Columbia Británica.

El acusado admitió que él y otras personas que actúan bajo su mando traficaron cuernos y esculturas desde varias casas de subastas de EU hacia Canadá, utilizando el mismo método o enviando directamente los paquetes al país vecino con documentación falsa.

El procurador estatal Preet Bharara dijo este martes que “la supervivencia de estos magníficos animales depende en gran medida de la aplicación de leyes y tratados internacionales que rigen ese comercio”, y que Guan pagará por esta conducta.

El cargo por intento de contrabando, del cual se declaró culpable, conlleva una pena máxima de 10 años de prisión, pero su sentencia se conocerá hasta el 13 de marzo de 2015.

“Los rinocerontes y los elefantes no son antigüedades. Estos son animales emblemáticos de origen prehistórico, luchando por su propia supervivencia como especie”, sentenció Bharara.

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