Problemas en el paraíso

Los expertos coinciden en que probablemente las manifestaciones en Venezuela no sean la solución para salir del régimen chavista. Pero sin duda, ayudan. 

¿Cómo puede salir definitivamente Nicolás Maduro del poder? Se han planteado varias opciones: la rebelión de las Fuerzas Armadas, es decir un golpe de Estado, o una sustitución del presidente por otro chavista, lo cual rayaría dentro de la calificación de dictadura. 

Pero mientras tanto, muchos depositan la esperanza en una posible ruptura dentro de las filas del chavismo. 

“La brutal represión de las manifestaciones estudiantiles en Venezuela, (…) están comenzando a generar nerviosismo en las filas del chavismo y podrían llevar eventualmente a divisiones internas en el régimen de Nicolás Maduro”, publicó ayer El Nuevo Herald. 

Y un problema dentro del Gobierno aumentaría los problemas del mandatario venezolano. Según el director del Centro Para América Latina y El Caribe de la Universidad Internacional de Florida, Frank Mora, el cambio de régimen o una transición solo puede llegar por fisuras dentro del chavismo. 

“La institución presidencial tiene una hora muy baja en Venezuela, por primera vez en muchos años. Chávez era más temido que otra cosa. Maduro no tiene auctoritas. La crisis económica y su incapacidad lo van minando. Maduro está mucho más débil que el chavismo”, aseguró a Reporte Indigo el periodista venezolano Alonso Moleiro. 

Mientras tanto la situación sigue empeorando en las calles. Continúan las manifestaciones y con ellas la represión. Y esta solo ha servido para alimentar el descontento e incentivar las protestas.

“Es el dilema que tienen los gobiernos autocráticos. Tienen que reprimir para poder tener control y para que las manifestaciones no lleguen a unos niveles insoportables. Pero la misma represión crea las condiciones internas y externas que contribuyen al debilitamiento y a las fisuras”, agregó Mora a El Nuevo Herald. 

“A Maduro se le fue el país de las manos. ¿Y qué ocurre ahora? Mandar a reprimir es fácil, lo imposible es después retornar a una ilusión democrática, reconstruir la imagen internacional. Maduro no confía en los que lo rodean, la solución a mano para el chavismo es reemplazarlo y ganar tiempo”, comentó por su parte el analista político Fausto Masó, en El Nacional el pasado 22 de febrero. 

Y a pesar de que hasta el mismo Henrique Capriles ha insinuado que quien está detrás de Maduro es Diosdado Cabello, este no se ha decidido a eliminarlo. ¿Por qué?

“Diosdado y Maduro pugnan silenciosamente por el contro del partido. Los une sin embargo el interés por mantener el poder. Y Diosdado no es un hombre popular”, dijo Moleiro a Reporte Indigo.

Un país vacío

Las protestas se han vuelto el pan de cada día, los saqueos y secuestros de edificios continúan inundando las redes sociales, los muertos aumentan y la economía sigue en crisis. 

“La situación de violencia que vive el país tendrá costos económicos elevados que vienen a empeorar los escenarios que ya eran negativos”, dijo el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, a través de su cuenta de Twitter.

“Estamos en una situación crítica de desabastecimiento y es sólo la punta del iceberg”, agregó.  

Los estantes siguen sin alimentos, las medicinas imposibles de encontrarse, diabéticos sin insulina y niños sin leche. Incluso la gasolina viaja de a pocos. 

“La escasez puede aumentar; el Gobierno tiene toda clase de problemas y deudas. Esa situación le está pegando a los sectores populares. Las encuestas hablaban de una paridad de simpatías entre ambos bloques; con la crisis eso puede cambiar. La crisis es general y se siente. En el chavismo siempre ha habido caos y desorden, pero al menos había dinero”, afirmó el periodista venezolano, Alonso Moleiro. 

“El país ha estado a media máquina. Algunos días son normales. Menos gente en la calle de la cuenta. Otros han sido con protestas y barricadas en las urbanizaciones. El lunes fue muy fuerte. Se cuece un malestar, pero hay miedo con el chavismo que vive ahí”, agregó. 

Pero si ese chavismo despierta, si el “pueblo”, como el mismo Chávez lo llamaba, se cansa de tanta escasez y se alza en contra del Gobierno la historia dará un giro.

Sin embargo, hasta que el Gobierno no reaccione, la situación seguirá empeorando.  

Incluso, el ministro para la Educación, Héctor Rodríguez, aseguró que dentro de la “campaña para erradicar la pobreza” se pretende establecer políticas sociales para sacar a los ciudadanos de esa condición, pero advirtiendo que “no es que vamos a sacar a la gente de la pobreza para llevarlas a la clase media y que pretendan ser escuálidos”. 

Por ahora los ciudadanos continuarán en las calles, por lo que no cesará la represión. Y “nada tan peligroso como unos políticos asustados, pero armados hasta los dientes. El plomo no se come, una crisis económica dantesca nos aguarda a la vuelta de la esquina”, concluyó el analista Fausto Masó. 

‘Nicolás el genocida’

Por Pedro Pablo Cortés

Los reclamos al gobierno del presidente Nicolás Maduro han escalado a acusaciones de genocidio y tortura.

El líder de la oposición venezolana Henrique Capriles argumentó el lunes que cada vez es más clara la represión de Maduro, pues los medios y gobiernos internacionales tachan al mandatario chavista de “genocida”.

Capriles cuestionó en su cuenta de Twitter los supuestos esfuerzos que el Gobierno oficial hace por preservar la paz.

“En el mundo cada día con más fuerza le dicen genocida a Nicolás, hoy van 2 muertos, varios heridos y más detenciones, ¿De cuál paz habla él?”, tuiteó el también gobernador del estado de Miranda.

Además, la organización no gubernamental Foro Penal Venezolano denunció el lunes que hay al menos 18 casos en los que las fuerzas oficiales cometieron tortura contra civiles.

El director del organismo, Alfredo Romero, asevera que los militares han llegado a violar con los cañones de los fusiles a jóvenes que participan en las marchas.

“A todos los detenidos se les ha violado el derecho a la defensa. No se les permite contacto con sus abogados y se les obliga a firmar un acta en la que reconocen que sí han sido atendidos por defensores”, aseguró Romero a El País.

Tras escuchar los testimonios de presuntas víctimas, BBC Mundo publicó ayer que Maduro ha negado los hechos, pero que al mismo se han investigado a miembros de la policía venezolana.

“Para torturar se necesita que alguien dé la orden y el comandante Chávez nunca dio la orden (…) y nosotros venimos de esa escuela”, indicó Maduro al medio.