La jueza brasileña Carolina Lebbos decidió restringir las visitas de políticos a Lula da Silva, ex presidente de Brasil que cumple una condena de 12 años por corrupción.
Entre las figuras que deseaban visitar al mandatario se cuentan Dilma Rousseff, también ex mandataria de Brasil, y Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la paz argentino.
Da Silva fue acusado de beneficiarse de un departamento de tres plantas en la playa de la localidad de Guarujá, a cambio de favores políticos a la constructora OAS.
La defensa del político, quien niega los señalamientos, trató de evitar que éste fuera a la cárcel, sin embargo, la justicia de su país negó los recursos que presentaron, e indicó que Lula debía ingresar al sistema penitenciario.
El 7 de abril, da Silva se entregó: “Voy a atender el mandato de ellos, y voy a atenderlo porque quiero mostrarles lo que es responsabilidad, y para poder probar mi inocencia”.
El ex presidente cumple su sentencia en la prisión de Curitiba, en una celda que lo mantiene alejado del resto de los presos.
La jueza Carolina Lebbos ya había restringido las visitas al ex mandatario, y negó que Rousseff y Pérez Esquivel lo vieran en la çárcel, ya que considera que se debe dar prioridad a las visitas familiares.
Es preciso señalar que el activista Pérez Esquivel, Nobel de la Paz en 1980 por su lucha a la dictadura militar argentina, es promotor de una petición para que Lula acceda a ese galardón este año.
La semana pasada, senadores que pertenece a la Comisión de Derechos Humanos fueron testigos de las condiciones bajo las que se mantiene al ex presidente; dijeron que Lula se veía “tranquilo” pero condenaron que se encuentra aislado.
Mientras tanto, hay quien cree que el político puede regresar al poder de la mano del Partido de los Trabajadores.
De acuerdo con información de la agencia de noticias Notimex, las encuestas indican que Lula da Silva lidera las encuestas de intención de voto, de cara a las próximas elecciones, con el 31 %.
No obstante, la justicia brasileña no ha determinado si Lula podrá llevar a cabo una campaña política tras las rejas.