Prohibir la modestia en países bajos

Países Bajos no permite llevar burka, niqab o cualquier prenda que oculte la cara en áreas públicas, sin embargo, autoridades locales, médicos y conductores no quieren obedecer la norma que tiene similitudes a otras que ya se aplican en Francia y Alemania
Mariana Recamier Mariana Recamier Publicado el
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Países Bajos es la última nación europea que puso en marcha una ley que prohíbe en los espacios públicos el uso de cualquier tipo de prenda que oculte la cara, lo que incluye el burka, el niqab, otros velos, los pasamontaña y los cascos integrales.

El gobierno neerlandés tardó trece años en aprobar y poner en marcha la norma. Desde el jueves pasado, el país se suma a otros países europeos que ya prohíben los velos y prendas islámicas que cubren el rostro como Francia, Alemania, Bélgica, Austria y Dinamarca.

No se conoce el número exacto de mujeres que usan estas prendas relacionadas con el islam en Países Bajos, pero se calcula que no superan las 200 personas en una nación de 17 millones de habitantes.

El burka y niqab son prendas que suelen usar las mujeres musulmanas para guardar modestia o reflejar su identidad. Prohibir su uso atenta contra la libertad religiosa de quienes siguen las creencias del islam, de acuerdo con la ONU y organizaciones.

El teólogo egipcio Nasr Abu Zayd subraya que el Corán no prescribe el uso de los velos o burkas, sino que ordena la modestia, la decencia y el pudor a la hora de mostrar el cuerpo en espacios públicos.

La azora o capítulo 24 del Corán menciona: “Di a las mujeres que bajen la vista con recato, que sean castas y no muestren más adorno que los que están (decentemente) a la vista, que cubran su escote con el chal”.

Otro pasaje del Corán que se cita en conexión con el uso del velo es la azora 33: “¡Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con el manto. Es mejor para que se las distinga (por ello) y no sean molestadas”.

Sin considerar las creencias de las mujeres musulmanas, la ley neerlandesa de reciente aplicación establece que una persona que ingrese en un espacio público sin la cara descubierta se arriesga a recibir una multa de 150 euros.

El legislador Geert Wilders, cuyo llamado a prohibir la burka provocó una década de debates hasta que el parlamento aprobó la ley el año pasado, pidió que se amplíe la norma para incluir todo tipo de velo referido a las costumbres del islam.

“Es muy sencillo. Países Bajos no es una nación islámica, ni debería convertirse en una. El islam no pertenece a nuestra cultura y tampoco a nuestro país”, publicó el legislador en su cuenta de Twitter.

La norma es vigente desde el jueves pasado y las mujeres ya no pueden entrar con el rostro tapado al colegio donde estudian sus hijos ni a la universidad en la que toman clases. Tampoco pueden acceder a los hospitales, tanto si son ellas las pacientes, como si se trata de acompañantes de un menor.

También deben hacer las gestiones burocráticas por internet si no quieren mostrar su cara al público porque no se les permite entrar al edificio gubernamental con burka o velos y tampoco pueden viajar en los trenes, metros ni autobuses. Solo pueden permanecer cubiertas en sus casas.

El hecho de que no exista un precedente problemático o de seguridad relacionado con el burka o niqab en Países Bajos ha provocado quejas en los partidos y resistencia en los ciudadanos.

El partido islamista NEDA, que considera el uso de esta prenda como libertad religiosa, se ha ofrecido a pagar la multa de 150 euros a aquellas mujeres que lo utilizan y subrayan que la prohibición conduce a la discriminación y al aislamiento de las musulmanas.

Resistencia en Países Bajos a la prohibición

La resistencia ante esta ley no solo proviene de los partidos. Desde el día en que entró en vigor, nadie parece estar dispuesto a hacer cumplir la norma: ni la policía, ni los ayuntamientos ni los conductores de transporte público actuarán para exigir respeto a esta prohibición.

De acuerdo con el diario español El Mundo, los médicos ya han dicho que no dejarán a una mujer enferma a las puertas del hospital sólo porque utilice burka.

Los conductores de autobuses tampoco expulsarán a las pasajeras que no se quieran retirar el velo que oculta su rostro.

Los agentes de la policía también se habían sumado a la resistencia, pero fueron forzados por el Ministerio de Seguridad a respetar la nueva ley y anunciaron que no dejarán a las mujeres acceder a comisaría si se niegan a quitarse el velo.

Por otra parte, los ayuntamientos de las ciudades más grandes de Países Bajos no incluyen esta prohibición entre sus prioridades. Las autoridades de Ámsterdam y Rotterdam aseguran tener una escasez importante de agentes de seguridad y recuerdan que tienen otras prioridades, como el crimen organizado y el narcotráfico, a los que deben hacer frente.

Femke Halsema, alcaldesa de la capital, dice que “no la considero una prioridad”. Por su parte, Ahmed Aboutaleb, primer edil de Rotterdam, socialdemócrata y de origen marroquí, califica el burka de “asunto marginal que será tratado de forma proporcionada”.

Otros países

La ley de Países Bajos tiene similitudes con normas que prohíben las prendas islámicas en Francia, Alemania, Bélgica, Suiza y Dinamarca.

La prohibición danesa entró en vigencia el 1 de agosto del año pasado y provocó protestas de cientos de manifestantes. El 3 de agosto de 2018 se multó a la primera mujer por violar la prohibición.

Francia ha mantenido la norma desde 2011, con multas que llegan a los 150 euros por usar niqab o burka en lugares públicos.

En octubre de 2018, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas dijo que la prohibición francesa vulnera los derechos humanos de las mujeres musulmanes y las pone en riesgo de que se mantengan en sus hogares.

En su momento, el presidente del comité Yuval Shany, aseguró que el niqab es una forma de opresión contra las mujeres, pero que una prohibición generalizada de carácter penal no permite asegurar un equilibrio razonable entre el interés general y las libertades individuales”.

El comité dijo que dos mujeres multadas por usar los velos islámicos de rostro completo debían ser compensadas y llamaron a Francia a revisar la prohibición.

Además, otras organizaciones internacionales han denunciado que normas como estas violan los derechos de las mujeres musulmanas.

“Todas las mujeres deben tener libertad para vestir como quieran y para llevar prendas que expresen su identidad o sus creencias. Esta prohibición tendrá un efecto negativo en las mujeres musulmanas que opten por usar el niqab o el burka”, dijo Fotis Filippou, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa, cuando entró en vigor una ley danesa que prohíbe el uso del velo en público

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