Putin arruina el ambigú
Toneladas de queso, carnes frías, frutas y verduras originarios de Europa no llegarán a la mesa de los rusos, pues el Gobierno de Moscú las destruirá.
En respuesta a las sanciones de la Unión Europea (UE) y otros países occidentales por la crisis de Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó la cremación, destrucción y entierro de cientos de toneladas de estos productos.
El mandatario impuso un embargo a los alimentos europeos el año pasado, pero esta acción obedece al contrabando de esta mercancía a través de las fronteras.
Indigo StaffToneladas de queso, carnes frías, frutas y verduras originarios de Europa no llegarán a la mesa de los rusos, pues el Gobierno de Moscú las destruirá.
En respuesta a las sanciones de la Unión Europea (UE) y otros países occidentales por la crisis de Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó la cremación, destrucción y entierro de cientos de toneladas de estos productos.
El mandatario impuso un embargo a los alimentos europeos el año pasado, pero esta acción obedece al contrabando de esta mercancía a través de las fronteras.
“Desde hoy (ayer), los productos agrícolas, materias primas y comida, que vienen de un país que ha decidido imponer sanciones económicas a las entidades legales rusas o a sus individuos y que tienen prohibido importar a Rusia, deben destruirse”, expuso en un comunicado la agencia de seguridad alimentaria Rosselkhoznadzor.
Pero esta acción ha despertado indignación en un país en el que 20 millones de habitantes viven en pobreza, reportó el diario The Telegraph.
“Una petición en Change.org que pide a Putin cancelar la orden y distribuir el queso ilícito a grupos vulnerables como pensionados y huérfanos había recolectado 271 mil 940 firmas la tarde del jueves”, informó el periódico inglés.
La indignación creció al mostrarse en televisión escenas de buldózeres que aplastaban quesos y frutas.
“Ésta no es una medida ordinaria. Ésta es una muestra de barbaridad, un desafío a la sociedad, un rechazo a ver el lado ético”, publicó el diario Vedomosti en un editorial.
Aun así, las autoridades rusas han defendido su postura al señalar que estos alimentos no han tenido ningún tipo de control sanitario.
“Cualquier producto sin documentos representa una amenaza a la seguridad y debería ser destruido”, dijo a Reuters Andrei Panchenko, funcionario agrícola de la región de Bélgorod, mientras los trabajadores incineraban tocino.
La administración de Putin asegura que los productos suelen pasar las fronteras rusas con etiquetas falsas en las que se afirma que provienen de países que fueron parte de la Unión Soviética.
Según BBC Mundo, Rusia importaba frutas y verduras de Europa con un valor anual de 2 mil 700 millones de dólares.