Que disparen, pero que sea menos
Dejará que disparen, pero con menos balas.
Esa es la estrategia que tiene pensada el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden, quien planteó la limitación de la capacidad de balas en los cartuchos en lugar de prohibir la venta de armas de asalto de tipo militar.
Este jueves, Biden dijo que Adam Lanza, el asesino de la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, podría haber parado antes su ataque de haber contado con menos balas en cada cartucho y habría tenido que recargar más seguido.
Indigo Staff
Dejará que disparen, pero con menos balas.
Esa es la estrategia que tiene pensada el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden, quien planteó la limitación de la capacidad de balas en los cartuchos en lugar de prohibir la venta de armas de asalto de tipo militar.
Este jueves, Biden dijo que Adam Lanza, el asesino de la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, podría haber parado antes su ataque de haber contado con menos balas en cada cartucho y habría tenido que recargar más seguido.
“Tal vez si hubiera tomado más tiempo, tal vez un niño más estaría vivo”, dijo el compañero de fórmula de Barack Obama durante una teleconferencia por Internet a través de Google Plus.
Biden encabezó un grupo de la Casa Blanca enfocado en el control de armas de fuego después de la masacre de Connecticut.
La semana pasada, Obama dijo que desea que el Congreso exija revisiones de antecedentes en todas las ventas de armas y que prohíba los fusiles de asalto con capacidad militar, así como los cartuchos con espacio para varias decenas de municiones.
El mandatario reconoció que será difícil, dado el fuerte apoyo de algunos legisladores al derecho de la propiedad y manejo de armamento.
El vicepresidente dijo que sí desea vetar las armas de asalto, pese a que reconoce que no responden por un gran número de muertes por disparos registradas en Estados Unidos.
Agregó que tal prohibición resolvería parte del problema de los incidentes violentos con pistolas y rifles de por medio, sobre todo para los policías, quienes pueden llegar a verse superados en cuanto a equipo por los criminales con armas de alto poder.
“No es una respuesta a todos los problemas”, dijo Biden, quien opinó que inhabilitar las armas de asalto sería “una limitación racional sobre el tipo de fusiles que deberían poseerse”.
Horas antes, un grupo de legisladores demócratas, encabezados por la senadora Dianne Feinstein, del estado de California, presentaron nuevamente un proyecto de ley para vetar los rifles de asalto y los cartuchos de más de 10 balas.
Durante una conferencia de prensa respaldada por policías, alcaldes y víctimas de la delincuencia, los legisladores aceptaron la difícil encomienda de hacer que ambas Cámaras norteamericanas aprueben esa legislación.
Feinstein redactó la prohibición original en 1994, que expiró en 2004 cuando el Congreso se negó a renovarla bajo las presiones de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
La nueva versión de la senadora de California es más clara al definir los tipos de armas a no se pueden vender.
(Con información de AP)