Qué mala cara
La Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) parece no tener límites en cuanto a su deseo de recolectar datos personales de estadounidenses y extranjeros.
Ahora, documentos filtrados por el exanalista de la NSA Edward Snowden a The New York Times demuestran que la agencia colecciona enormes cantidades de imágenes de comunicaciones que intercepta a través de sus operaciones globales de monitoreo para utilizarlas en programas de reconocimiento facial.
Bernhard BuntruLa Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) parece no tener límites en cuanto a su deseo de recolectar datos personales de estadounidenses y extranjeros.
Ahora, documentos filtrados por el exanalista de la NSA Edward Snowden a The New York Times demuestran que la agencia colecciona enormes cantidades de imágenes de comunicaciones que intercepta a través de sus operaciones globales de monitoreo para utilizarlas en programas de reconocimiento facial.
El uso de tecnología de reconocimiento facial por parte de la NSA ha crecido significativamente en los últimos cuatro años, puesto que la agencia espía ha comenzado a utilizar nuevo software para explotar el torrente de imágenes incluidas en correos electrónicos, mensajes de texto, redes sociales, videoconferencias y otras comunicaciones.
La agencia intercepta “millones de imágenes al día” –incluyendo alrededor de 55 mil “imágenes de calidad para reconocimiento facial”– que significan un “potencial sin explotar tremendo”, según los documentos confidenciales.
“No es ir solo tras las comunicaciones tradicionales: Es tomar una postura con todo nuestro arsenal para digitalmente explotar todas las pistas que un objetivo deja tras sí mismo en sus actividades ordinarias en línea”, dice el documento de 2010.
Defensores de las libertades civiles, así como otros críticos, están preocupados de que el poder de la tecnología en desarrollo, utilizada por el gobierno y la industria, pueda erosionar el derecho a la privacidad de los ciudadanos.