¿Qué pasó en agosto?

Minutos antes de partir el pasado 9 de agosto a Massachusetts para tomarse un receso, el presidente estadounidense Barack Obama anunció los primeros ataques contra los yihadistas del Estado Islámico en Iraq. Horas después de su llegada a la isla de Martha’s Vineyard, un policía de Missouri mató a balazos a Michael Brown, un joven negro que caminaba desarmado por las calles de Ferguson.

Este fue solo el comienzo de dos intensas semanas para Estados Unidos, dentro y fuera de su territorio.

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Minutos antes de partir el pasado 9 de agosto a Massachusetts para tomarse un receso, el presidente estadounidense Barack Obama anunció los primeros ataques contra los yihadistas del Estado Islámico en Iraq. Horas después de su llegada a la isla de Martha’s Vineyard, un policía de Missouri mató a balazos a Michael Brown, un joven negro que caminaba desarmado por las calles de Ferguson.

Este fue solo el comienzo de dos intensas semanas para Estados Unidos, dentro y fuera de su territorio.

Aunque resultaría difícil determinar cuándo es el momento correcto para que un primer mandatario tome vacaciones, este definitivamente no fue el mejor. 

Durante los 15 días que estuvo fuera de la Casa Blanca, Obama tuvo que enfrentar algunas de las crisis más fuertes de su mandato: 

1. Dilema racial

Sus vacaciones terminaron como iniciaron, con el tema de la discriminación racial bajo escrutinio. El mandatario regresó ayer a Washington horas antes de que comenzara el funeral público de Michael Brown. La muerte del joven a manos de un agente del suburbio de Ferguson sumergió al estado de Missouri en un caos. Las protestas a favor de las minorías desataron la brutalidad policial, denunciada por organismos como la ONU y Amnistía Internacional. 

2. De vuelta a Iraq

Aunque un día antes de su partida Obama advirtió que no permitiría que Estados Unidos fuera “arrastrado a luchar otra guerra en Iraq”, el presidente autorizó ataques aéreos en la región bajo el argumento de que miles de iraquíes asediados por milicianos morirían de sed y de hambre en el Monte Sinjar si no intervenían. Días después, el 19 de agosto, un video difundido por el Estado Islámico mostró la decapitación del periodista estadounidense James Foley. Obama fue criticado porque después de declarar que tenía el “corazón roto” por lo ocurrido se fue a jugar golf.

3. Provocaciones en Ucrania

El 12 de agosto, mientras Obama disfrutaba de la playa con su familia, Rusia envió un convoy de ayuda humanitaria al este de Ucrania sin la aprobación de Kiev. Aunado a esta misión, cuestionada por las autoridades ucranianas y la comunidad internacional ante la posibilidad de que las tropas se desviaran, los rusos intensificaron la tensión al trasladar artillería y tropas a su frontera con el país europeo. Apenas arribó a Washington, el líder se reunió con su equipo para discutir las “provocaciones rusas” y la fuerza que han cobrado separatistas pro rusos desde la anexión de Crimea al país encabezado por Vladimir Putin.

Además de estos tres conflictos, Obama tuvo que seguirle la huella al conflicto palestino-israelí, pues la semana pasada colapsó una tregua temporal de seis días. 

El líder estadounidense deberá lidiar también con su promesa migratoria, pues dijo que al regreso de su descanso anunciaría qué decretos emitirá a favor de una reforma. 

En cinco años y medio que lleva al poder, Barack Obama ha tenido 138 días de vacaciones, mucho menos que sus predecesores en la Casa Blanca, reportó ABC News.

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