El calendario musulmán marcó el inicio del Ramadán, el mes sagrado para quienes en el mundo profesan esa religión, que inició el 23 de abril y finalizará el 23 de mayo. Durante este periodo, desde la puesta del sol y hasta que éste se oculte en el cielo, la comunidad musulmana alrededor del mundo se abstiene de ingerir alimentos, beber, fumar y tener relaciones sexuales con el fin de purificar su espíritu.
El ayuno o Sawn es el cuarto pilar del islam y debe cumplirse al igual que los otros mandatos, comparte Leslie Camarillo, una mexicana que profesa la religión. La fisioterapeuta cuenta que el ayuno es una constante dentro del islamismo, como parte de sus actos de reflexión, pero durante el Ramadán todos los musulmanes –a excepción de niños, embarazadas, mujeres en su periodo menstrual, enfermos y ancianos–, deben cumplir con esta obligación.
“El ayuno es un acto, es un esfuerzo por dejar atrás todo lo malo, abrir el corazón a Dios y leer el Corán, que es el precepto del Ramadán. Ahora muchos musulmanes se van reunir en línea para leer el Corán, mejorar la práctica de la fe y abrir los caminos para el día del juicio final”, dice Camarillo.
Esta celebración religiosa se hace para festejar el descenso a la tierra de la palabra de Dios, la cual está escrita en el Corán, su libro sagrado. Durante este periodo las puertas del cielo están más abiertas que nunca, por ello, las plegarias de quienes oran llegan con más fuerza a Allah.
Durante este mes sagrado, los musulmanes deben estar pendientes de las salidas y puestas de sol, para no ingerir alimentos durante este tiempo, con el fin de no invalidar su ofrenda, mientras que al final de la noche, en familia, preparan alimentos que les proporcionen mayor energía.
No obstante, este mandato religioso no se trata solo de ayunar. Es un periodo que permite a la comunidad musulmana acercarse a Allah, su Dios, a través de la reflexión y la oración, es por ello que durante estos treinta días hacen constantes lecturas del Corán.
Otra de las características de esta comunión son las acciones caritativas, por ello, los musulmanes que tienen la posibilidad de ayudar a otros menos afortunados deben donar comida al final del Ramadán. De acuerdo con Camarillo, las donaciones más constantes son de arroz, cocinado o en especie.
Además, los creyentes deben realizar un acto de intención cada noche, es decir, tomar la decisión de ayunar al día siguiente para cumplir con el Ramadán. Sin este acto, que para algunos puede hacerse una vez al inicio de la celebración, el ayuno no tiene validez.
El islamismo es la segunda religión más grande en el mundo ya que son cerca de mil 600 millones de personas las que siguen esta fe, que además, está divida en dos corrientes: chiítas y sunitas. El desarrollo de las celebraciones religiosas dentro del Ramadán puede variar en forma y contenido de una comunidad a otra.
Si bien Arabia Saudita es el corazón del islam, los adeptos a estas creencias religiosas se han extendido en Indonesia, Asia y África, mientras que minorías significativas se encuentran en China, Estados Unidos y el sur de Europa.
Ramadán en tiempos de Covid
Este Ramadán será diferente para la comunidad musulmana por las medidas de confinamiento en el mundo para evitar los contagios de coronavirus.
Los seguidores del Islam se caracterizan por basar su sociedad en la unión de las familias, que se considera la parte más esencial para el crecimiento espiritual de cada uno de sus integrantes. Este sentimiento de unidad lleva a los feligreses a cerrar lazos con sus comunidades durante el Ramadán.
Es por ello que los musulmanes acostumbran pasar el ayuno en familia, por lo cual, quienes viven lejos regresan a sus hogares para encontrarse con sus familias, situación que no será posible ante las medidas para evitar la movilidad en las diferentes regiones.
También suelen reunirse durante las tardes, para compartir con sus familiares y personas más cercanas la ruptura del ayuno, su experiencia con la reflexión interior y celebrar la “Noche del destino”o Lailat al Qadar, que al no tener una fecha determinada, se celebra todas las noches durante el mes sagrado.
“La noche del destino” es una de las actividades más importantes dentro del Ramadán y se refiere al momento en el que los ángeles, entre ellos el arcángel Gabriel, bajan del cielo a traer paz y la divinidad de Allah al mundo, de acuerdo con el Corán.
“La cancelación de reuniones sociales y religiosas debe ser seria, por lo tanto, se recomienda que cualquier decisión para restringir, modificar, posponer, cancelar o continuar con la retención, una reunión masiva debe basarse en un riesgo estandarizado y un ejercicio de evaluación”, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre las celebraciones durante el Ramadán.