Donald Trump presidente de Estados Unidos, rompió la cuarentena y se reintegró a sus labores en la Oficina Oval, días después de que la Casa Blanca hiciera la labor de rastrear a funcionarios y otras figuras de la política estadounidense que tuvieron contacto con el mandatario.
La red de contagios del presidente Trump no es menor. Alrededor de 30 personas dentro de su círculo cercano dieron positivo a los test para detectar el coronavirus. El último en la lista es el asesor presidencial Stephen Miller, diagnosticado el 7 de octubre tras haber dado negativo a las pruebas durante cinco días.
Además de la primera dama, Melania Trump, entre la lista de las personas positivas a COVID-19 están la asesora Hope Hicks; la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel; los senadores republicanos Mike Lee, de Utah, y Thom Tillis, de Carolina del Norte; el presidente de la Universidad de Notre Dame y el jefe de campaña Bill Stepien.
A esto se suma que las autoridades sanitarias del país no han logrado frenar al virus, mientras Se ubican como la nación con más más casos acumulados al reportar 7.5 millones de contagios y 211 mil 652 muertes, de acuerdo con datos del monitoreo de la Universidad Johns Hopkins.
El mandatario ha aprovechado su condición para demostrar resistencia al que llama “ el virus chino” y ha utilizado las redes sociales para informar sobre su estado de salud, que se ha reincorporado a sus actividades y que piensa participar en el segundo debate entre candidatos a la presidencia, planeado para el 15 de octubre.
“La imagen de un Trump fuerte es la que se vende. Él busca enviar ese mensaje, pero también hay cierta irresponsabilidad en sus acciones porque parece que no está considerando el riesgo que enfrentan las personas que lo rodean, aunque tomen medidas de seguridad”, opina Monserrat Castillo, internacionalista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Trump tiene que vencer al virus y a los demócratas
Los médicos que atienden al mandatario informaron que tiene más de 24 horas sin presentar síntomas del coronavirus, aunque esto no significa que esté fuera de peligro, dado que los pacientes enfrentan un mayor riesgo entre el sexto y décimo día desde que presentan los primeros signos de la enfermedad.
El político republicano fue sometido a un tratamiento experimental de anticuerpos, y aunque algunos expertos declaran que esto pudo alterar los exámenes de sangre, el presidente aseguró en un video que le gustaría que este tratamiento fuera aplicado a los enfermos de COVID-19 en su país.
Trump regresó a la Oficina Oval en el día de inicio de las votaciones por correo. En tanto, ha insistido en enfrentar en el segundo “cara a cara” al demócrata Joe Biden, quien ha manifestado que el presidente no está listo para el debate, que aún no ha sido suspendido.
“Trump no quiere perder tiempo, más que en la presidencia, en la campaña porque faltan menos de 30 días para la elección y no logra alcanzar a Biden en las preferencias. Tiene que volver a enfrentarlo para demostrar esa fuerza de la que hablamos”, declara la especialista.