El presidente virtual electo Andrés Manuel López Obrador cambiará la política exterior. El nuevo mandatario ha dicho en sus más recientes discursos que quiere transformar las relaciones internacionales de México. Su postura de no intervención y autodeterminación de los pueblos recuerda más a la Doctrina Estrada que a la actual estrategia del gobierno mexicano.
Un asesor político de López Obrador afirma que la política del próximo presidente se apegará a esta doctrina. Este precepto fue elaborado por el exsecretario de Relaciones Exteriores Genaro Estrada en 1930 para que México tuviera una mejor relación con otros países.
Una de las últimas veces que el próximo presidente pronunció un discurso que retoma los principios de esta doctrina fue el pasado 1 de julio en el hotel Hilton. Justo después de saber los resultados previos de las elecciones presidenciales, el candidato de Juntos Haremos Historia se apropió de los preceptos redactados por Estrada en 1930.
“Seremos amigos de todos los pueblos y de todos los gobiernos del mundo. En política exterior se volverán a aplicar los principios de no intervención, de autodeterminación de los pueblos y de solución pacífica de las controversias”, declaró el próximo mandatario.
En el mismo sentido, López Obrador dijo días antes de las elecciones que mantendrá relaciones cordiales con todos los países del mundo.
“La globalidad según nuestra concepción no debe significar guerra ni hegemonía, sino fraternidad y cooperación entre los pueblos y las naciones”, prometió el político en el Estadio Azteca.
José Luis Cruz, asesor político en la campaña de López Obrador, aclara que uno de los principios de la doctrina Estrada es respetar la soberanía de los demás países y que esta idea es una parte fundamental de la propuesta de política exterior del virtual presidente electo.
Cruz añade que el próximo presidente de México desarrollará una política exterior enfocada en cambiar la imagen del país a nivel internacional, es decir, su estrategia estará basada en mejorar la política interna para así regenerar las relaciones con otros Estados.
“No olvidemos que muchos de los problemas que han dañado la imagen de México en el exterior son casos de política interna como violación de derechos humanos, lo sucedido en Ayotzinapa y la corrupción. Ahora eso se va atender con una buena política interior que nos va ayudar a reflejar una mejor imagen de México en el mundo”, concluye el también analista político.
La Doctrina Estrada se fundamenta en dos principios: la autodeterminación de los pueblos, que significa el derecho que tienen los ciudadanos para aceptar, mantener o sustituir a sus gobiernos o autoridades y, la no intervención en los asuntos internos de otros Estados. Ambos principios fueron recogidos en la Carta de las Naciones Unidas y en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Doctrina que beneficia la política exterior
Juan Pablo Galicia, analista político y profesor de la Universidad Modelo, asegura que la aplicación de los principios de esta doctrina beneficiará a México para que el país logre subsanar sus relaciones internacionales, sobre todo después de los problemas que surgieron en el gobierno actual.
El experto escribe que durante los últimos seis años, el gobierno mexicano intervino en la política interna de otros países como cuando el secretario de Relaciones Exteriores Luis Videgaray impulsó una agenda diplomática en contra de Venezuela.
“Será benéfico porque no hay que perder de vista que justo a nivel internacional algunos de los conflictos que ha tenido nuestro país se deben a que México sí se mete con lo que está ocurriendo en otro país”, opina Galicia.
El docente concluye que el uso de esta doctrina podría presentar algunos retos en temas como terrorismo o apoyo internacional.
“No pienso que la nueva aplicación de la Doctrina Estrada haga que México le cierre la puerta a otros temas, pero ahí es donde vamos a ver la firma real de nuestra nueva política diplomática”.
Cambios en la relación con América Latina
En otro sentido, el analista político afirma que la aplicación de la doctrina detonará en específico un cambio en la relación que tiene México con otros países de América Latina.
En el caso de la relación bilateral con Estados Unidos, el académico advierte que la situación no tiene muchas posibilidades de cambiar en el nuevo gobierno ni con la aplicación de la Doctrina Estrada.
“No creo que haya un gran cambio porque a pesar de que la doctrina sí exige la no intervención y la solución pacífica de los conflictos, Estados Unidos no cede. Pienso que vamos a ver un manejo de la diplomacia similar al actual”, asegura.
Galicia expone que la relación con el gobierno estadounidense se mantendrá igual porque el tema central que está sobre la mesa es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la crisis migratoria.
“En estos problemas se brinca la barrera de la no intervención porque estamos hablando de que tiene que salir el gobierno del país a defender no solamente los derechos consulares, sino los derechos humanos de los suyos en otro territorio”, menciona el especialista.
Galicia concluye que no habrá muchos cambios en esta relación bilateral hasta que Estados Unidos no mejore el trato hacia los migrantes.
Por otra parte, Guadalupe Peña, profesora de derecho internacional en la Universidad La Salle, expone que los principios de la Doctrina Estrada ya se encuentran en la carta magna mexicana, pero que en el actual gobierno no se respetan del todo, sin embargo, considera que si López Obrador cumple sus promesas es posible que se retomen los principios redactados en 1931.
La docente utiliza el ejemplo de Venezuela como un posible escenario en el que el nuevo gobierno podría seguir los principios de la Doctrina Estrada.
“En ningún momento vamos a calificar el gobierno de Nicolás Maduro como una dictadura o nos vamos a pronunciar en contra de algún tipo de disposición gubernamental de otro país porque nosotros estaríamos respetando el principio de no intervención en asuntos internos como lo marca la Doctrina Estrada”, explica la especialista.
No obstante, Peña aclara que si se sigue la doctrina Estrada el gobierno mexicano sí tendría que pronunciarse sólo por la solución de conflictos y por la defensa de los derechos humanos.
“Lo que nosotros debemos privilegiar respecto al caso venezolano y otras situaciones es exigir al gobierno que permita la entrada de la ayuda humanitaria para asistir a la población que se ha visto afectada por la situación política”, concluye la catedrática.
Principio creado en 1930
El expresidente Pascual Ortiz Rubio comisionó a Genaro Estrada, entonces secretario de Relaciones Exteriores, para asistir como delegado en la Sociedad de Naciones en 1930.
En la reunión que se realizó el 27 de septiembre de ese año, el diplomático presentó una tesis que se conoce en el ámbito de las relaciones internacionales como la Doctrina Estrada.
El contenido básico de este texto menciona que México no se debe pronunciar en el sentido de otorgar reconocimientos a ningún país porque esta es una práctica denigrante debido a que hiere la soberanía de otras naciones.
Dicha parte de la doctrina representa el rechazo a las acciones injerencistas de las potencias, que condicionan en su propio beneficio, el reconocimiento de otros gobiernos.