La propuesta estipula que los migrantes sean distribuidos de acuerdo con la población de cada país, la economía y la tasa de desempleo
La crisis de migración en el Mediterráneo ha forzado a los países europeos a idear un plan de emergencia.
La Comisión Europea –el brazo ejecutivo de la Unión Europea– le pidió a sus miembros acoger a 40 mil solicitantes de asilo provenientes de Siria y Eritrea que han llegado a las costas de Italia y Grecia.
Ambos países están al límite de su capacidad y les solicitaron a otros países europeos que compartan la carga.
La propuesta estipula que los migrantes sean distribuidos de acuerdo con la población de cada país, la economía y la tasa de desempleo.
Eso significa que Alemania recibiría casi el 22 por ciento, es decir, 8 mil 700. Mientras tanto, Francia aceptaría a un 17 por ciento, o unos 6 mil 700.
Por su parte, el secretario general de la ONU instó a los países europeos a “mostrar compasión mientras consideran esta importante propuesta”.
Escapan del terror
Más de cuatro millones de sirios se han visto forzados a huir de su país a causa de la guerra civil que comenzó en 2012 y en la que han muerto unas 300 mil personas.
Solo en Líbano hay casi 1.2 millones de refugiados. Ahora constituyen el 20 por ciento de la población del pequeño país. Otros 1.8 millones han huido a Turquía e Iraq alberga a unos 250 mil.
De acuerdo con The Guardian, unos 200 mil sirios han solicitado asilo político en Europa.
Por el otro lado, decenas de miles de eritreos buscan escapar de uno de los regímenes más brutales del mundo.
Según el diario británico, solo el año pasado, 37 mil eritreos pidieron asilo en Europa.
La ONU ha acusado al Gobierno del presidente Isaias Afewerki –quien ha gobernado el país desde 1993– de operar un sistema de “represión despiadada”.
