La salud de Donald Trump es excelente y no tiene problemas cognitivos, aseguró este martes el doctor de la Marina, Ronny Jackson, quien le realizó una prueba cognitiva al presidente para detectar señales tempranas de pérdida de memoria o de funciones neurológicas.
El médico de la Casa Blanca reconoció que el mandatario podría realizar algunos ajustes a su dieta y actividad física para bajar entre cinco y siete kilos de su actual peso de 107.6 kilos, sin embargo recalcó que en general “su salud es excelente”.
“Está muy lúcido. Muy articulado al momento de hablarme”, dijo Jackson. “Nunca ha repetido algo cuando está conmigo. No tengo ningún motivo para pensar que el presidente tiene algún tipo de problemas con su proceso de razonamiento”.
Jackson señaló que Trump goza los beneficios de llevar una vida sin alcohol ni cigarro, por lo que no mostró síntomas de problemas cardíacos, con su visión no con la próstata, un riesgo para hombres mayores de 50 años, aunque su nivel de colesterol en un poco mayor al recomendable.
En conferencia de prensa, el médico aseguro que Trump no se encuentra bajo ninguna clase de medicación y negó que tenga implantes dentales, como fue sugerido después de que se semanas atrás el mandatario pareció tener problemas con su manera de hablar.
Reveló que por sugerencia suya, el mandatario como otros miembros de su equipo, toma píldoras para dormir cuando viajan a zonas lejanas, especialmente en el extranjero, pero reconoció que en general Trump duerme poco, entre 5 y 6 horas diarias.
Aunque no es parte del examen tradicional al que debe someterse el presidente en turno cada año, Jackson dijo que Trump solicitó que se le realizara un examen de su capacidad cognitiva, buscando acallar a quienes han cuestionado su salud mental.
“La razón por la que hicimos un examen de cognitivo fue porque el presidente lo pidió”, indicó, y reconoció que fue el propio mandatario quien le pidió responder a todas las preguntas relacionadas con este tópico.
