La victoria durante la primera ronda de las elecciones presidenciales en Argentina del opositor centroizquierda Alberto Fernández, ocasionó que el día de ayer el índice bursátil S&P Merval, que concentra las acciones líderes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, se desplomara un 37.01 por ciento.
El desplome de la bolsa, es la peor caída desde enero de 1990. Además de la caída, el peso argentino se hundió 17.13 por ciento con relación a dólar, cerrando a 53 unidades por cada billete verde.
La crisis se agravó, cuando cerca de una tercera parte de las empresas argentinas que cotizan en bolsas estadounidenses perdieron la mitad de su valor. Un ejemplo de esto fue el Grupo Financiero Galicia, cuyo valor cayó 60 por ciento.
“Los inversionistas creen que el regreso del kirchnerismo puede traer una situación negativa, si bien Alberto Fernández intentó disipar esos temores, lo cierto es que los inversores se mantenían más cómodos con la continuidad de Macri”, explicó Matías Carugati, economista jefe de Management & Fit a medios internacionales.
El especialista agregó que entre los principales temores está el posible regreso de políticas intervencionistas con restricciones en el mercado cambiario, el cese de pagos de la deuda y el congelamiento de las tarifas de los servicios.
Tras la caída bursátil, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, dijo que piensa revertir en los comicios de octubre la derrota de ayer y prometió tomar medidas ante la fuerte depreciación del peso registrada.
“Hoy es un día muy malo. Hoy estamos más pobres que antes de las primarias”, declaró el mandatario argentino que busca la reelección en su país.