La policía turca utilizó gas lacrimógeno, balas de goma y cañones de agua para dispersar a manifestantes liberales y a radicales islamistas que se enfrentaron este fin de semana en Estambul.
Más de 500 personas se reunieron en la plaza Cihanguir, en el centro de la ciudad, con cervezas en mano para protestar contra las políticas “excesivamente conservadoras e islamistas” del gobierno, informó Xinhua Net.
Un grupo de 20 atacantes golpearon a personas en una tienda de música en el afluente barrio Cihanguir debido a que las víctimas estaban tomando alcohol durante el Ramadán, un periodo donde los musulmanes alrededor del mundo practican el ayuno.
Los atacantes utilizaron palos y botellas para atacar al dueño de la tienda y a sus clientes, quienes se encontraban escuchando el nuevo álbum de Radiohead. Xinhua reportó que varias personas resultaron heridas en el ataque.
De manera rápida, noticias del incidente de diseminaron por las redes sociales en Internet, provocando un enojo generalizado contra los islamistas.
El gobierno de Turquía, país alguna vez un modelo de modernidad y liberalismo en el mundo musulmán, ha implementado bajo la batuta de Recep Tayyip Erdogan una serie de leyes que limitan las libertades civiles.