La policía se las puso fácil. Habitantes de la provincia de Córdoba aprovecharon la huelga de las corporaciones policiacas para robar y desatar la violencia.
La falta de seguridad se desencadenó por el paro que llevaron a cabo los uniformados “en reclamo de mejoras salariales y condiciones de trabajo”, informó ayer La Nación.
El martes en la noche, 50 personas se dirigieron al supermercado Cordiez para abastecer sus hogares. Al salir, en vez de pagar, decidieron saquear el lugar. Y aunque ese negocio está cerca de un cuartel, los policías permanecieron encerrados como parte del paro.
“Acá no hay un problema social, sino bandas de delincuentes que están asaltando supermercados al tomar conocimiento de que la policía no presta servicio”, dijo el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, al canal Todos Noticias.
A pesar de que el Gobierno acordó un aumento salarial con los representantes de la policía, la ola de saqueos a supermercados, comercios y viviendas continuaron ayer.
Un muerto y 60 heridos fue el saldo del incidente que provocó el cierre de muchos negocios. Y en otros levantaron barricadas.
Al salir a la calle, los cordobenses pueden encontrar motos incendiadas, restos de vidrieras de los locales y vecinos armados, por lo que todavía “la ciudad no ha retornado completamente a su actividad normal y algunas personas permanecen en sus casas, mientras la policía continúa paulatinamente regresando a su puesto de trabajo”, publicó La Nación ayer.
¿Por qué saquean?
El diputado nacional socialista Hermes Binner señaló que “hay una situación social y delictiva que no se puede eludir”.
Las causas se reflejan en “los índices de desocupación de los jóvenes. Por eso creemos que hay que trabajar sobre los dos costados. Por un lado, garantizar la existencia del artículo 14 bis de la Constitución para que se cumpla. Porque hay derechos establecidos que paralelamente no se están cumpliendo. Y por otro lado, la fuerza legal tiene que tomar acciones para prevenir mayores desmanes”, agregó.
Se puede aprender de países como Japón, cuyos ciudadanos no saben el significado de la palabra saqueo. “La sociedad nipona tiene un pensamiento de tipo grupal, y eso es una gran virtud (…). No hay espacio para el individualismo. La prioridad siempre es el otro, y eso lo viví en vivo y en directo muchísimas veces cuando se desvivían por ayudarme al verme cara de extranjera. Esa manera de pensar es la que los ayuda hoy más que nunca, es la que les permite darse cuenta de que si hacen algo que perjudique al otro, se están perjudicando a ellos mismos”, escribió la periodista Mariana Trigo Viera en La Nación en 2011.