El Instituto Baptista Bethel de Kujama, en la localidad de Chikun del estado de Kaduna, al norte de Nigeria, informó del secuestro de más de 140 estudiantes de sus instalaciones la madrugada del domingo.
Mohammed Jalige, portavoz de la policía del estado de Kaduna, confirmó el ataque ayer por la mañana, pero no ofreció más detalles sobre el número de estudiantes raptados, pese a que los familiares y profesores de los alumnos indicaron que en el lugar se encontraban alrededor de 170 estudiantes.
“Equipos tácticos de la policía han ido tras los secuestradores. Todavía estamos en la misión de rescate”, afirmó.
Medios locales informaron que los asaltantes escalaron el enrejado del instituto, y tras realizar algunos disparos lograron llevarse a unos 140 jóvenes. Se dio a conocer que el rapto duró cerca de cuatro horas.
El mismo domingo al mediodía otro grupo armado entró a un hospital especializado en el tratamiento de lepra y tuberculosis en la localidad de Saye, en Kaduna, y secuestró a ocho empleados del hospital y familiares, entre ellos una enfermera y un bebé.
En dicho asalto se registró un intercambio de disparos entre los asaltantes y las fuerzas de seguridad, según reportó Jalige.
Cabe mencionar que la actividad de grupos de delincuentes armados que se dedican al robo de ganado y bienes, secuestro de personas, y asesinatos, son nombrados como “bandidos” en Nigeria, y sus delitos se han incrementado de manera exponencial en los últimos meses.
Dicha alza de inseguridad ha provocado una grave crisis humanitaria por el desplazamiento forzado de la población y el abandono de tierras de cultivo en el norte y centro del país.
Estos grupos operan con especial intensidad en los estados de Kaduna, Katsina y Zamfara, y tienen su base de operaciones en el bosque de Ragu; no obstante, también han operado en Kano y Kebbi.
La reciente ola de secuestros masivos de estudiantes comenzó en diciembre de 2020 cuando hombres armados raptaron a 300 estudiantes de la escuela secundaria de ciencias de Kankara, en el estado de Katsina.
En esa ocasión, el grupo yihadista Boko Haram, que opera en otra región del país situada a cientos de kilómetros, se atribuyó la autoría del secuestro, y los jóvenes fueron liberados días más tarde tras un proceso de negociación. A finales de mayo, alrededor de 200 alumnos de una escuela islámica del Estado de Níger fueron retenidos a la fuerza durante días y solo recobraron su libertad tras el pago de varios rescates.
