Rechaza John Kelly presidente de izquierda
A poco más de un año de celebrarse las elecciones presidenciales en México, un alto funcionario de Estados Unidos declaró públicamente su rechazo a que un político de izquierda pueda gobernar México.
Sin mencionar nombres, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, declaró que la hipotética llegada a la presidencia de México de un izquierdista antiestadounidense no sería buena para Estados Unidos ni para México.
Carlos Salazar
A poco más de un año de celebrarse las elecciones presidenciales en México, un alto funcionario de Estados Unidos declaró públicamente su rechazo a que un político de izquierda pueda gobernar México.
Sin mencionar nombres, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, declaró que la hipotética llegada a la presidencia de México de un izquierdista antiestadounidense no sería buena para Estados Unidos ni para México.
“Si la elección en México fuera mañana, probablemente se obtendría a un antiestadounidense de ala izquierdista como presidente de México. Eso no puede ser bueno para Estados Unidos”, señaló al ser cuestionado por el senador republicano John McCain.
Durante una audiencia en el Comité de Seguridad Interna del Senado, el funcionario de la administración de Donald Trump, sin mencionar nombres, afirmó que la posible llegada de un político de izquierda al cargo más importante en México sería perjudicial para la relación bilateral, ya desgastada por el rechazo creciente hacia los estadounidenses.
Esta declaración llegó en las horas previas a la llegada a Washington del secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Luis Videgaray Caso, quien sostuvo el día de ayer una reunión con Kelly y con el secretario de Estado, Rex Tillerson, en donde discutieron temas como la cooperación en Centroamérica y la situación de inestabilidad en Venezuela.
Aunque no lo mencionó por su nombre, la declaración de Kelly es una clara alusión al presidente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien aventaja en muchos de los sondeos de la intención de voto a nivel nacional para convertirse en inquilino de Los Pinos.
Las expresiones de John Kelly ante el Comité del Senado podrían ser un reflejo de la preocupación que causa la hipotética llegada de López Obrador a la Presidencia de México, que podría tensar aún más la delicada relación que hay entre ambos países a raíz de la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Quien sea que encabece el gobierno de la República a partir del primer día de diciembre de 2018 tendrá como uno de los puntos centrales en su agenda el replanteamiento de la relación bilateral con los Estados Unidos de Trump.
El republicano, que comenzó su mandato el 20 de enero de 2017, estará en el cargo por lo menos hasta el 19 de enero de 2021, con la posibilidad de extender su mandato hasta el 2025, por lo que el inquilino de Los Pinos tendrá que lidiar por lo menos 2 años con Trump y sus políticas.
Ante los ataques de Trump hacia los mexicanos y sus polémicas medidas antiinmigrantes, López Obrador ha sido uno más de los políticos que han tomado un importante activismo, realizando giras y reuniones con migrantes en los Estados Unidos.
Además, a mediados del pasado mes de marzo en Washington, capital de Estados Unidos, el tabasqueño presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos contra las medidas antiinmigrantes de Trump, y ha pedido al presidente Peña Nieto que denuncie las políticas de Trump ante la ONU.
El gobierno estadounidense está particularmente interesado en lo que pueda pasar con el futuro de México después del proceso electoral de 2018, y las declaraciones de Kelly bien podrían ser el inicio de un intento por detener el avance de López Obrador.
“No sería bueno para Estados Unidos ni para México. Tenemos un problema con México. Hay mucho sentimiento antiestadounidense en México”, apuntó John Kelly.
Inviable muro en toda la frontera
Otro de los temas que se abordaron durante la comparecencia del secretario de Seguridad Interna en el Comité del Senado fue la polémica construcción del muro fronterizo que fue una de las promesas electorales del ahora presidente Donald Trump.
Sobre el tema, Kelly reconoció que la construcción de un muro a lo largo de toda la frontera con México es muy improbable, y además que no se construirá la barrera en lugares donde no tenga sentido.
“Solo diré que es improbable que construyamos un muro o una barrera física de una costa a la otra, pero es muy probable que la pongamos donde me digan que debemos ponerla”.
La seguridad fronteriza en su conjunto, señaló el funcionario, no se centrará solo en el muro, sino en una combinación del propio muro con aditamentos electrónicos, torres y cercas, que se construirán y colocarán de acuerdo a las necesidades determinadas por los propios agentes fronterizos en el terreno.
“El presidente (Donald Trump) sabe que estoy buscando variaciones sobre el tema y no tengo ninguna duda de que cuando le diga que el muro tiene sentido aquí, que una valla de alta tecnología tiene sentido aquí, que la tecnología tiene sentido aquí, no tengo ninguna duda de que me dirá que lo haga”.
Ante los senadores, Kelly reconoció que a la fecha tiene pocos detalles sobre las dimensiones y el alcance del muro fronterizo ni estimaciones sobre su costo, pero sí adelantó que no será una estructura construida exclusivamente de concreto, sino que en algunas partes podrá incluir vallas y cercas.
“Haremos lo que tiene sentido. No desperdiciaremos dinero. No sé de qué se va a hacer, no sé lo alto que será, no sé si va a tener paneles solares en un lado y lo que podrá verse en una de sus caras y cómo va a estar pintado”, sostuvo.