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Silencio: arma de la Iglesia ante abusos sexuales

El no decir palabras y el encubrimiento son algunas de las armas que utiliza la iglesia católica para que los abusos sexuales cometidos por sacerdotes no se conozcan

La crisis en la religión católica aumenta. El arzobispo Carlo Maria Viganò, exnuncio vaticano en Washington entre 2011 y 2016, acusó al Papa Francisco de haber silenciado los abusos cometidos por el cardenal norteamericano Theodore McCarrick.

En un documento de 11 páginas, Viganò también culpó a otros miembros de la Curia de formar un “lobby gay” y encubrir las denuncias contra el cardenal estadounidense quien fue destituido del ministerio el mes pasado, después de que la arquidiócesis de Nueva York aceptara la acusación de que había abusado de un niño de 16 años.

Además del Pontífice argentino, el exnuncio acusó a los tres últimos secretarios del Estado Vaticano, incluidos el actual, Pietro Perolin, de conocer los actos del cardenal norteamericano y guardar silencio.

“En este momento extremadamente dramático para la Iglesia universal, reconozca sus errores (…) Papa Francisco, sea el primero en dar un buen ejemplo a cardenales y obispos que han cubierto los abusos de McCarrick y dimita junto a todos ellos”, escribió Viganò.

Religiosos mudos

El silencio religioso no sólo se ha vivido en el caso McCarrick. En 2016, dos obispos católicos estadounidenses fueron acusados de encubrir abusos sexuales perpetrados por 50 religiosos a cientos de niños durante al menos 40 años, de acuerdo con un jurado de Pensilvania.

El informe de investigación señaló el papel de encubrimiento que realizaron James Hogan, quien murió en 2005, así como de Joseph Adame, religioso que se retiró de su cargo en 2011.

En 2009, el gobierno de Irlanda aseguró que su iglesia había encubierto abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes hasta mediados de la década de los 90. Las autoridades aseguraron que con el fin de proteger a los pederastas y evitar escándalos, fue que los religiosos optaron por no hablar del tema.

En enero de este año, el Pontífice argentino también dio de qué hablar, luego de que defendió al obispo Juan Barros Madrid, quien encubrió los delitos de abuso sexual del cura Fernando Karadima, en Chile.

“El día que me traigan una prueba del obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia. ¿Está claro?”, sentenció en ese entonces el argentino, para, meses después, disculparte con todas aquellas personas que ofendió tras sus declaraciones, pues las acusaciones en contra de Barros eran ciertas.

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