Los palestinos en Gaza no tienen a donde escapar. Solo pueden refugiarse en donde puedan y esperar a que una explosión no los entierre bajo los escombros.
“Gaza es única en el contexto de los conflictos modernos. Es una zona en conflicto con una barrera alrededor, así que los civiles no tienen a donde huir”, explicó Chris Gunnes, vocero de la agencia de ayuda de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).
Aproximadamente 43 por ciento del territorio ha sido sujeto a advertencias israelíes de evacuación o ha sido declarado inaccesible, de acuerdo a la UNRWA. Para la mayoría, huir no es opción. Israel y Egipto han cerrado sus accesos a Gaza; solo algunos heridos, enfermos y aquellos con pasaportes extranjeros pueden salir.
En Gaza, más de 18 mil casas han sido dañadas y han sido desplazadas de sus hogares más de 118 mil personas, quienes han buscado refugio en alguna de las escuelas de la ONU que ahora funcionan como albergues, y cuya capacidad se encuentra rebasada.
Muchos otros desplazados han preferido buscar albergue en casas de familiares, donde corren más riesgo de sufrir ataques de Israel.
Crímenes de guerra
Mientras tanto, el Consejo de Derechos Humanos de las ONU, que llevó a cabo ayer una sesión de emergencia para analizar la situación, votó a favor de que se lleve a cabo una investigación independiente en relación a la ofensiva israelí en Gaza. Solo Estados Unidos votó en contra.
Horas antes de la discusión, Navanethem Pillay, la alta comisionada en Derechos Humanos de la ONU, advirtió que existe una “fuerte posibilidad” de que Israel haya violado el derecho internacional en Gaza “con acciones que podrían equivaler a crímenes de guerra”.
Abran los ojos, compañeros
A pesar del frenesí que ha despertado en Israel el ataque a Gaza, existen israelíes que critican fuertemente las acciones de su gobierno. Ayer, el diario The Washington Post publicó una carta de 50 reservistas del Ejército israelí que expresan no solo su repudio a la actual operación militar, sino que critican el rol que juegan las fuerzas armadas en la sociedad israelí, e instan otros a negarse a servir.
“Los residentes palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza son despojados de sus derechos civiles y humanos. Viven bajo un sistema legal distinto del de sus vecinos. Esto no es culpa exclusivamente de los soldados que operan en estos territorios. Esas tropas no son, por ende, las únicas obligadas a negarse (a servir). Muchos de nosotros servimos en roles logísticos y burocráticos; ahí nos dimos cuenta de que el Ejército entero ayuda a implementar la opresión de Palestinos”, precisa la carta.