Steve Bannon, exasesor del presidente Donald Trump, está en el ojo del huracán. El estratega de la campaña presidencial de 2016 del mandatario neoyorquino es acusado de estafar a miles de donantes de una organización que recaudaba fondos para la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México.
Tras su detención, Steve Bannon se declaró culpable de los cargos de conspiración para cometer fraude y de lavado de dinero a través de la organización We build the wall (Construimos el Muro), la cual operaba de forma privada desde 2018.
Bannon fue uno de los estrategas detrás de la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, quien al llegar a la Casa Blanca lo nombró jefe de asesores
El acusado, quien fue arrestado en el yate en el que vivía, en Long Island Sound, compareció ante una corte de Manhattan y fue liberado tras pagar una fianza de cinco millones de dólares, además le incautaron bienes por cerca de mil 750 millones de dólares.
La Casa Blanca reaccionó a la noticia, que se presenta en momentos en los cuales Donald Trump busca reelegirse. En un encuentro con medios, el presidente de Estados Unidos aseguró que no tiene relación con Bannon desde que dejó su cargo como asesor presidencial, no obstante manifestó que se sentía triste por su arresto.
Este hecho no quedó aislado y ha polarizado el clima político en Estados Unidos, a menos de tres meses de la elección presidencial en la que Trump se enfrentará a demócrata Joe Biden, cuya candidatura se oficializó la noche del 18 de agosto, durante la Convención Nacional Demócrata 2020, que se desarrolla esta semana.
Ante la rapidez con la cual Bannon fue liberado, algunas voces calificaron el hecho como una treta para golpear al político republicano. Del otro extremo están los estadounidenses que consideran que la actual administración federal ha inducido a estas acciones debido a los mensajes antimigrantes que se emiten desde la Casa Blanca.
Cabe mencionar que Bannon es la séptima persona cercana al entorno político de Donald Trump que ha sido imputada o declarada culpable por algún delito, como ha ocurrido con el exabogado Michael Cohen, el exjefe de campaña Paul Manafort, su socio Rick Gates, el exasesor de campaña George Papadopoulos, y el exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn.
Detrás del muro, Steve Bannon
We build the wall fue creada en 2018 por Brian Kolfage, un veterano de la guerra de Irak, quien formó un equipo de asesores integrado por políticos y activistas de extrema derecha, entre ellos Kris Kobach, expresidente del Partido Republicano en Kansas.
La acusación en contra de Steve Bannon se presenta en el último día de la Convención Nacional Demócrata 2020, en la que oradores han juzgado la administración de Trump
“Nuestra misión es unir a los ciudadanos privados que comparten la creencia común de brindar seguridad nacional a nuestra frontera sur mediante la construcción, administración y mantenimiento de barreras físicas que inhiben la entrada ilegal a los Estados Unidos”, dice su página web.
En la información disponible en su sitio, que se mantiene en línea pese a las acusaciones de fraude, puede leerse que el objetivo es construir partes del muro en la frontera sur de Estados Unidos a través de la gestión de los recursos de los donantes para gestionar los procesos racionados con el diseño, la ingeniería, la construcción y el mantenimiento del mismo.
Como una organización privada, We build the wall no tiene relación con la actual campaña del presiente Trump, sin embargo su respaldo es innegable dado que utilizan la imagen del mandatario como parte de su diseño organizacional.
Además, desde sus perfiles en Facebok y Twitter se comparten noticias a favor del mandatario que direccionan a los visitantes al sitio de noticias Americas Voice, en donde se publica información sobre las actividades de los candidatos a la elección presidencial del 3 de noviembre.
Además de Brian Kolfage y Stephen Bannon, la acusación de fraude por más de 25 millones de dólares también implica a Andrew Badolato y Timothy Shea, quienes comparecieron ante diferentes Cortes el 20 de agosto.
Audrey Strauss, fiscal del Distrito Sur de Nueva York, y Philip R. Bartlett, inspector a cargo de la Oficina de Campo de Nueva York del Servicio de Inspección Postal de los Estados Unidos, acusaron a los líderes del proyecto de desviar las donaciones para financiar sus lujosos gastos personales.
Este caso debería servir como una advertencia para otros estafadores de que nadie está por encima de la ley, ni siquiera un veterano de guerra discapacitado o un estratega político millonario
“Los acusados defraudaron a miles de donantes, capitalizando en su propio interés en financiar un muro para juntar millones de dólares bajo la falsa pretensión de que todo el dinero sería gastado en la construcción”, dijo la fiscal Strauss en un comunicado.
Cabe referir que Steve Bannon es una de las figuras más destacadas de la ultraderecha estadounidense. Es uno de los impulsores del movimiento Altright. Fue uno de los estrategas de la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, quien al llegar a la Casa Blanca lo nombró jefe de asesores.
Bannon fue quien aconsejo al presidente emitir la prohibición de viajar para algunos extranjeros y su decisión de retirarse del Acuerdo de París. Renunció al cargo en agosto de 2017 tras enfrentamientos con otros asesores, entre ellos Jared Kushner, el yerno del mandatario.
“Los acusados presuntamente cometieron fraude cuando tergiversaron el verdadero uso de los fondos donados. Como se alega, no sólo mintieron a los donantes, sino que planearon ocultar su malversación de fondos creando facturas y cuentas falsas para lavar donaciones y encubrir sus crímenes, sin mostrar respeto por la ley o la verdad”, declaró el inspector Bartlett en la acusación.
