La Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos rechazó unánimemente la petición de suspender la ejecución de Vernon Madison, un prisionero condenado a la pena de muerte por el asesinato de un agente de policía en 1985 en Alabama.
La defensa argumentaba que Madison no recordaba el asesinato que había cometido, ya que durante su estancia en prisión había sufrido accidentes cerebrovasculares que le causaron demencia, además de problemas físicos y mentales, por lo que consideraban, era incompetente para ser ejecutado.
Madison es legalmente ciego, su discurso es arrastrado, no puede caminar de forma independiente y es incontinente.
En mazo de 2016, el 11 ° Tribunal de Apelaciones de EEUU suspendió la ejecución de Madison, concluyendo que su incompetencia médica lo aislaba de la pena capital.
El tribunal de apelaciones se basó en un caso de la Corte Suprema de 2007 que concluyó que los reclusos deben tener un “entendimiento racional” de la razón del gobierno para ejecutarlos.
Sin embargo, en esta ocasión, los jueces de la Suprema Corte de EEUU revocaron los obstáculos para que Madison sea ejecutado bajo el argumento de no encontraron pruebas de que sea mentalmente incompetente para comprender los conceptos de crimen y castigo.
Asimismo, el Tribunal de Apelaciones explicó que Madison entiende fundamentalmente por qué lo están ejecutando, lo que indica que posee el requisito de “comprensión racional” para la pena de muerte.
En abril de 1985, Madison fue declarado culpable de matar al oficial de policía Julius Schulte, quien había respondido a una llamada de violencia doméstica en la que estaba involucrado Madison.