En una semana se liberó la tensión racial que crecía en Estados Unidos

La última semana y específicamente durante el fin, las acciones de odio escalaron no solo en Estados Unidos, sino a nivel global con tres muertes ocasionados por un encuentro entre extremistas y civiles, la réplica del saludo Nazi en Alemania a pesar de que está prohibido y la vandalización del memorial del holocausto en Estados Unidos.

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“Era preocupante cuando se mantenían en esa especie de triste y pequeño mundo de sombras en el que sólo hablaban entre ellos, pero no tan profundamente peligroso como cuando sienten que pueden tomar la plaza pública”
Kevin Boyle Profesor de historia estadounidense en la Universidad del Noroeste

La última semana y específicamente durante el fin, las acciones de odio escalaron no solo en Estados Unidos, sino a nivel global con tres muertes ocasionados por un encuentro entre extremistas y civiles, la réplica del saludo Nazi en Alemania a pesar de que está prohibido y la vandalización del memorial del holocausto en Estados Unidos.

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Sin embargo, aunque Donald Trump representa solo una parte del por qué surgieron estas muestras racistas, el presidente de Estados Unidos no fue específicamente claro ni tan contundente como lo ha sido en otras situaciones (el muro, la hostilidad con Norcorea, la prensa) como se esperaba, además que tardó dos días en emitir alguna declaración al respecto.

Ante esto, hasta la respuesta que dio el exmandatario de ese país, Barack Obama, quien citó a al expresidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, en un tuit tuvo mayor repercusión.

Hasta ahora, estos actos le costaron el trabajo a un empleado de Google, el servidor de la página del grupo de derecha exremista los corrió, la crítica alcanzó a Donald Trump que salió a reparar lo que dijo en un principio y un estadounidense nazi fue golpeado en Alemania.

¿Qué pasó?

Los videos que aparecían en televisión eran estremecedores: estadounidenses pegándose entre sí con palos en las calles de una tranquila ciudad universitaria. Supremacistas blancos con antorchas, antifascistas que les hacían frente. Un lanzallamas improvisado con una lata de aerosol. Botellas de agua congeladas lanzadas como ladrillos contra las cabezas de los rivales.

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La supremacía blanca siempre ha acechado en la sombra en Estados Unidos cuyas clases se centran en la historia de la violencia racial y los derechos civiles. Después, cree el experto, el presidente Donald Trump fue elegido e hizo que estos grupos se sintieran más reforzados en su odio, opinó Kevin Boyle, profesor de historia estadounidense en la Universidad del Noroeste al ver los actos.

El éxito que tengan a la hora de difundir su mensaje depende mucho de cómo respondan los líderes estadounidenses, dijo Boyle.

Otros puntos de conflicto
Silicon Valley

James Damore, un empleado de Google, fue despedido de su puesto la semana pasada, luego de una publicación que hizo en su cuenta de Facebook en el que abogaba por la “diversidad”, pero que fue apoyado por el grupo de derecha extrema en Estados Unidos y ahora se quejarán ante Google.

Damore se deslindó de la extrema derecha, dijo que apoyaba las políticas de centro derecha y que por ello ya lo estaban llamando Nazi. Ahora el grupo de extrema derecha de Estados Unidos lo apoya, luego de que perdiera su trabajo. Sin embargo, el CEO de Google, Sundar Pichai, condenó que esta publicación de Damore perpetuaba estereotipos sobre las mujeres.

Boston

Un joven de 17 años rompió un panel de vidrio en el memorial del Holocausto que construyeron en Nueva Inglaterra, Boston. De acuerdo con autoridades, esta es la segunda vez que vandalizan el memorial por lo que grupos de la comunidad judía se dijeron “estremecidos y tristes” por los actos que se han suscitado.

“Dado nuestro contexto político, no me sorprende que hayamos llegado a este punto”, dijo Boyle. “Estoy terriblemente deprimido de que hayamos llegado a este punto, pero no sorprendido. No salió de la nada”.

Historiadores y politólogos llevaban tiempo advirtiendo que la política estadounidense se había convertido en una olla a presión, llena de tensiones raciales que volvían a acumularse hasta amenazar con un enfrentamiento mortal como el ocurrido el sábado en Charlottesville, Virginia, donde murieron tres personas.

Dresde, Alemania

El pasado domngo, un ciudadano estadounidense ebrio hizo el saludo nazi repetidas veces en Dresde, en Alemania, y fue golpeado en la cara por un transeúnte, informó el domingo la policía. El estadounidense, que está siendo investigado por violar las leyes en Alemania que prohíben la exhibición de símbolos o expresiones nazis, tenía un nivel de alcohol sumamente alto en la sangre. El agresor huyó del lugar pero es buscado por la policía.

Es la segunda vez este mes que turistas en Alemania se han visto en apuros por dar el saludo nazi.

El 5 de agosto, dos turistas chinos fueron detenidos cuando hacían el saludo frente al Reichstag en Berlín.

Internet

GoDaddy Inc, la compañía de asignación de nombres de dominio y albergue de sitios en Internet, anunció la cancelación del sitio neonazi “Daily Stormer”, que promueve la supremacía blanca, luego de que colocó un articulo difamatorio sobre Heather Heyer, muerta tras el ataque de un joven supremacista.

GoDaddy, con sede en Scottsdale, un suburbio de Phoenix, informó la noche de este domingo a través de Twitter, que otorgaba un plazo de 24 horas a los administradores del sitio “Daily Stormer” para trasladar su información a otro lado antes de clausurar el acceso al mismo, por violaciones a los términos del contrato de servicio.

The Daily Stormer publicó una historia antes del encuentro en Charlottesville pidiendo a sus seguidores que dejaran las caperuzas blancas o trajes nazis en casa y optaran por camisas entalladas y trajes, para atraer reclutas. Tenían que verse atractivos, escribió el autor.

El contexto

“Donald Trump les dio permiso para salir al mundo real”, dijo el historiador. “Era preocupante cuando se mantenían en esa especie de triste y pequeño mundo de sombras en el que sólo hablaban entre ellos, pero no tan profundamente peligroso como cuando sienten que pueden tomar la plaza pública”.

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La violencia crecía desde hacía meses, con una serie de enfrentamientos entre miembros de la llamada “alt-right”, o “derecha alternativa”, un colectivo diverso de nacionalistas blancos, racistas y populistas antiinmigración y personas que se les oponen. Comenzó el mismo día en que Trump puso su mano sobre una Biblia y juró el cargo. Se produjeron escaramuzas en su acto de investidura entre sus partidarios, algunos de ellos nacionalistas blancos, y opositores. Más de 200 personas fueron detenidas.

“Con la victoria de Barack Obama, se hablaba mucho de este momento posrracial, y en algunos aspectos fue extraordinario”, dijo Steven Hahn, profesor de historia de la Universidad de Nueva York. “Pero el racismo despiadado no tardó mucho en aparecer. Resultó instigar una enorme cantidad de ira, y creo que Trump lo heredó tanto como lo avivó”.

 

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