Oriente Medio es las zona desde la que operan dos de los grupos terroristas más mortíferos del mundo: los talibanes y el Estado Islámico.
Los talibanes ayer respondieron a la propuesta de tregua del presidente afgano, Ashraf Ghani, con un secuestro múltiple en el norte del país.
Los insurgentes atacaron tres autobuses, secuestrando a casi 200 pasajeros que viajaban a una celebración con motivo del aniversario del profeta Eid al Adha, fiesta anual que celebran los musulmanes de todo el mundo en La Meca.
“Decidimos detener los autobuses después de que nuestra información de inteligencia revelara que muchos hombres que trabajan con las fuerzas de seguridad afganas estaban viajando a Kabul en estos autobuses”, explicó el portavoz talibán Zabiulá Muyahid.
Horas después de la captura, la policía había informado que cerca de 100 pasajeros, incluyendo mujeres y niños, fueron puestos en libertad, pero que se habían llevado a 21 a una zona remota.
Después de 17 años de guerra, la insurgencia ha estado ganado terreno a lo largo del país. Especialistas en el conflicto aseguran que todo afgano que tiene algo de dinero viaja siempre en avión porque las carreteras no son seguras.
Ghani, el mandatario afgano, había puesto sobre la mesa mantener una tregua de tres meses para intentar iniciar un diálogo que ayude a pacificar la situación, pero debido a los acontecimientos recientes no será así.
Los talibanes, el grupo de los rebeldes jóvenes
Los talibanes nacieron en 1994 en la frontera de Afganistán con Pakistán. El grupo está integrado por jóvenes, y se nutrió principalmente de personas huérfanas de los campos de refugiados.
Así, los talibanes, inicialmente un grupo de estudiantes con poco entrenamiento militar, crearon un movimiento que llegó a controlar el 90 por ciento del país en menos de cinco años.
De los 30 combatientes que iniciaron actividades, sólo 14 tenían armas, por lo cual comenzaron las sospechas de un importante apoyo externo al movimiento, esencialmente ayuda militar proveniente de Pakistán y financiamiento saudí.
La amenaza de ISIS
El día de ayer el grupo extremista ISIS asumió la responsabilidad de un ataque terrorista múltiple en diversas localidades de la república de Chechenia, dejando al menos siete personas heridas, entre ellos cinco policías.
En uno de los incidentes, dos atacantes intentaron entrar en una comisaría en el distrito de Shalinsky y se abalanzaron contra dos agentes.
“Dos guerrilleros armados con cuchillos intentaron entrar en una comisaría, hiriendo a dos policías. Dos transeúntes resultaron heridos levemente en el tiroteo”, explicó una fuente policial a medios locales.
En otro hecho al norte de Chechenia, un joven que llevaba una mochila la explotó sin lograr herir a nadie. Se sospecha que tenía bombas dentro del morral que tenía puesto.
Por último, en Grozni, la capital de Chechenia, agentes de la policía dispararon contra un conductor de un Mercedes que atropelló a dos agentes de tránsito.
Los elementos de seguridad lograron abatir a todos los ocupantes del vehículo, salvo a uno, quien activó un explosivo con intención de quitarse la vida, pero al fin al no logró hacerlo.
“Un grupo de jóvenes intentó llevar a cabo crímenes que tuvieran resonancia. Su principal objetivo es crear la alusión de que existen fuerzas capaces de organizar acciones armadas y atentados terroristas (…) No hay ninguna duda de que les lavaron el cerebro los del ISIS”, aseguró el líder de la región, Ramzán Kadírov, en entrevista.
El Estado Islámico es un grupo terrorista paramilitar insurgente, calificado así por la Organización de las Naciones Unidas.