Este será recordado como uno de los años más violentos en la historia moderna de Estados Unidos.
Mientras el ejército más poderoso del mundo lucha en Siria por proteger a su nación de la amenaza del Estado Islámico, en casa se suscitó, apenas hace una semana, la matanza pública número 355 en lo que va de 2015.
De continuar con el mismo ritmo, en este año habrá más asesinatos masivos – aquellos donde mueren cuatro o más personas – que días en el calendario.
Sin embargo, la matanza de San Bernardino ha sido tratada por la policía y por el gobierno de manera diferente. Debido a que hay elementos que sugieren que los perpetradores del crimen eran seguidores de ISIS, este evento se ha diferenciado de la mayoría de los otros incidentes violentos, al ser considerado un nuevo atentado terrorista.
En un momento histórico donde la lucha contra el extremismo islámico es el tema prioritario para Estados Unidos, el sentir a ISIS tan cerca ha perturbado la tranquilidad de millones.
Extrañamente, la masacre de San Bernardino no ha centrado el debate alrededor del control de armas, la frustración social o los indicadores de éxito mal logrados de toda una nación.
Muchos han olvidado que la mayoría de los más de 300 casos similares que han acontecido en 2015 no tienen nada que ver con personas de origen musulmán. No obstante, un gran porcentaje de estadounidenses está preocupado y le ha exigido a su gobierno contender su miedo por el islam.
El Presidente pide calma… y guerra
Barack Obama decidió que era imperante intervenir y el domingo se dirigió a su nación a través de la televisión.
A pesar de lo impopular de su discurso entre amplios sectores de la sociedad estadounidense, Obama pidió más controles para la posesión de armas, respeto a la libertad de culto y comprender la importancia de los musulmanes para combatir el terrorismo en casa y en el extranjero.
Obama le pidió a sus connacionales rechazar el miedo y el fanatismo.
“Este país se fundó en el respeto a la dignidad humana. Sin importar quién seas, de dónde vienes, cómo luces o qué religión practicas, eres igual ante los ojos de Dios y de la ley”, subrayó el hombre más poderoso del mundo.
Pero el discurso de Obama no fue un llamado a la paz mundial. La estrategia en el extranjero no va a cambiar.
Que la última matanza haya sido considerada como un nuevo atentado terrorista en suelo americano, le ha dado la pauta a Obama para pedirle al Congreso su anuencia para que las tropas de Estados Unidos ataquen legalmente las posiciones de ISIS en Siria. La guerra que actualmente libra el ejército de EU no ha sido autorizada por los legisladores.
Con San Bernardino, el gobierno de Obama tiene un nuevo argumento para perpetuar los bombardeos y la presencia militar de su ejército en Medio Oriente.
Todo esto a pesar de que en casa, el problema no esté resuelto.
País de contradicciones
Estados Unidos ha convencido al mundo de que ISIS es el enemigo más peligroso para la paz en el mundo desde la caída de Adolfo Hitler.
El Estado Islámico ha sido retratado como un monstruo de mil cabezas que no respeta disidencias, libertades y se opone a la diversidad de raza y pensamiento. Un grupo que quiere exterminar a la civilización occidental por atentar contra sus intereses y sus privilegios.
Lo anterior, muy probablemente es verdad. Pero también es verdad para muchos grupos y personas que viven en Estados Unidos.
Los neo nazis y otros racistas no han desaparecido. Al contrario. Gracias a la situación actual, parece que cada día cobran más fuerza.
Estos grupos, de entre los que sobresale el Ku Klux Klan – grupo supremacista blanco fundado en el siglo XIX – odian a los afroamericanos, a los indígenas y a los judíos.
Asimismo, al igual que ISIS, el KKK considera que su interpretación de la religión cristiana es la única válida y rechaza, con violencia, todo lo que se opone a su filosofía.
Muchos pueden pensar que la actividad violenta del KKK quedó sepultada en los años sesenta después de que Martin Luther King Jr. acumulara grandes victorias en su lucha por las libertades civiles. Esa visión no es precisa.
Luther King murió a finales de esa década y aunque su lucha permanece vigente, también siguen existiendo grupos activos del KKK.
La formación cuyo sello es la persecución de personas de raza negra o religión judía, para ahorcarlos y prender cruces masivas de fuego frente a sus casas, tiene presencia en 25 Estados del país y su objetivo de eliminar a las razas impuras sigue sin cambiar.
Sorprendentemente y a pesar de los niveles de miedo que existen en Estados Unidos, en ningún momento de la última semana, o incluso desde que se intensificó la lucha para “desaparecer del planeta la amenaza del extremismo religioso” el gobierno de EU ha anunciado una lucha frontal, un bombardeo masivo o una alianza internacional para acabar con los extremismos religiosos que existen dentro de sus fronteras desde hace más de 100 años.
El país que colinda con México en la frontera norte, parece no tener problema con los asesinatos masivos, siempre y cuando estos no sean perpetrados por musulmanes.
La familia de Syed Farook, de acuerdo a versiones de sus vecinos, vivía el sueño americano antes de cambiar completamente y decidir asesinar a sangre fría a sus ex colegas.
Farook y su esposa, Tashfeen Malik no se encontraban en el radar de la inteligencia anti terrorista ni tampoco el ataque ha sido reivindicado por algún grupo radical islámico. Todo lo que se sabe es que en Facebook, estos dos estadounidenses juraron lealtad al EI.
No obstante, en Estados Unidos este incidente no le recordó a todos las otras más de 300 matanzas de 2015 o las miles y miles de víctimas del KKK, sino los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Lo que se deja a un lado
Tras la declaración de Obama, varios de los candidatos republicanos a la presidencia mostraron su rechazo a las propuestas del presidente y su creciente desprecio por la población islámica.
Cerrar mezquitas, expulsar musulmanes, vigilarlos de cerca o registrar a todas las personas que profesen esta religión fueron algunas de sus propuestas.
Donald Trump, Ben Carson, Marco Rubio y Ted Cruz coincidieron en la intensificación de las operaciones militares en el Medio Oriente. Trump fue más lejos y exigió impedir la entrada de más musulmanes al país. Pero ni él ni los demás republicanos pidieron más controles para comprar armas en Estados Unidos.
Una presentadora de Fox News incluso consideró que la mejor solución era salir y comprar una pistola rápidamente para estar prevenidos ante futuros ataques.
Esto, a pesar de que la mayoría de los estudios indican que a pesar de que los niveles de frustración presentes en los homicidas múltiples existen también en otros países, la diferencia de EU con el resto del mundo, es que en ese país es más fácil tener acceso a un arma de fuego que en cualquier otro lugar del mundo.
Un estudio de las universidades de Duke, Harvard y Columbia encontró que uno de cada 10 estadounidenses que tiene acceso a una pistola es más propenso a explosiones de ira. El estudio también indica que quien posee más armas tiende a perder el control violentamente más seguido.
La solución dada por la ciencia y la estadística parece ser menos pistolas, menos guerra, para vivir con menos violencia. La respuesta para los políticos es la contraria.
Por años, Estados Unidos ha hecho caso omiso del terrorismo dentro de sus fronteras, pero aun así, es capaz de liderar al mundo con autoridad moral, para buscar la paz en el planeta.
Donald Trump: mi Lucha
El todavía pre candidato republicano a la presidencia de EU arremetió contra Obama y los musulmanes después del discurso televisivo del presidente de EU. Con esta nueva postura, Trump contradice sus propias declaraciones sobre esta comunidad.
Hace unas semanas:
“Amo a los musulmanes, creo que son personas fantásticas”
Esta semana: (hablando de él mismo en tercera persona):
“Donald J. Trump hace un llamado para pedir un cierre total y completo que impida que más musulmanes entren a Estados Unidos hasta que el gobierno sepa qué hacer con el problema”.
La petición de Trump de etiquetar a un grupo de personas con base en su origen étnico o religioso tiene un precedente en la historia universal: Adolfo Hitler antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
En respuesta a la declaratoria anti islámica de Trump, Andrew Anglin, editor del web site neo nazi Daily Stormer comentó:
“¡Heil (salve a) Donald Trump! (…)
Hasta que alguien habla con sentido. Haz a América blanca otra vez”.
Donald Trump todavía encabeza las encuestas del Partido Republicano con el 30 por ciento de las preferencias y le saca 15 puntos a su más cercano adversario.