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La batalla final por la presidencia de Francia se dará entre Francois Hollande, del partido socialista, y el presidente Nicolas Sarkozy.
Los números indican que será una batalla cuesta arriba para el actual presidente de Francia.
Hollande obtuvo la victoria en la primera ronda con un 28.4 por ciento de la votación; Sarkozy se llevó el 25. 5 por ciento.
Hollande podría ser el responsable del regreso del socialismo al Palacio del Elíseo, luego de tres derrotas consecutivas del partido de Mitterrand en elecciones presidenciales.
De acuerdo a Eric Bonnet, el dirigente de la encuestadora francesa BVA, la transferencia de votos de los candidatos eliminados para la segunda ronda favorecería al candidato socialista. “El 80 por ciento de los votos de Melenchon se irían a Hollande, mientras que sólo el 35 por ciento de los votos de Marine Le Pen serían obtenidos por Nicolás Sarkozy”.
Melencho, candidato del Frente de Izquierda, ha sentenciado: “Nuestra gente parece estar bien determinada en darle la vuelta a la página de Nicolas Sarkozy”.
Hollande ha construido su reputación como un moderado y se opone tajantemente a las medidas de austeridad gubernamental propuestas por Sarkozy. En política exterior, Hollande se ha comprometido a sacar a las tropas francesas de Afganistán para el final de este 2012; dos años antes que los planes de la OTAN.
La elección se decidirá en una segunda ronda el 6 de mayo. La única tabla de salvación de Sarkozy podría ser una actuación brillante en el debate presidencial que se llevará a cabo la próxima semana.