Texas, el reto cumplido de Biden en atención
Desde que se registraron tormentas invernales al sur de EU, dejando a millones de personas sin energía eléctrica y agua potable, el presidente ha tomado medidas inmediatas, acciones que hablan bien de su gobierno a pesar de que existen voces opositoras
Fernanda MuñozJoe Biden ha sido presidente de Estados Unidos por sólo un mes, y en ese tiempo los retos no se han detenido. Actualmente, por ejemplo, son las consecuencias de las tormentas invernales en Texas lo que ha robado su atención.
Su primer decreto al respecto se dio el pasado 14 de febrero. En ese momento, declaró que existía una emergencia de Estado, por lo cual ordenó asistencia federal para complementar los esfuerzos de respuestas estatales y locales.
“Le dejé claro al gobernador (de Texas, Greg Abbott) que trabajaré sin descanso para que su estado tenga lo que necesita”, confirmó Biden el pasado 18 de febrero, tras protagonizar una llamada con el representante estatal.
Así entonces, se le autorizó a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) brindar la asistencia necesaria para atender los impactos de las tormentas, y a Jerry S. Thomas tomar el liderazgo detrás de las operaciones como coordinador federal.
Sin embargo, las consecuencias siguieron persistiendo. Al menos tres millones de hogares y negocios se quedaron sin electricidad, agua potable y gasolina.
De acuerdo con el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT), se lidió con cortes eléctricos mayores de lo normal debido a turbinas eólicas congeladas y suministros limitados de gas natural disponibles para las unidades generadoras.
Ante esta situación, fue el pasado 20 de febrero que el presidente aprobó finalmente la Declaración de Desastre de Texas con el propósito de reforzar la asistencia federal y poner a disposición fondos para los 77 condados más afectados, entre ellos Burleson, Wilson, Caldwell y Comanche.
De acuerdo con la Casa Blanca, dicha asistencia puede incluir reparaciones de casas, préstamos a bajo costo para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas, y otros programas para ayudar a las personas y propietarios de negocios a recuperarse de los efectos del desastre.
“Estamos logrando un gran progreso en nuestros esfuerzos de recuperación de esta tormenta de invierno, pero muchos tejanos todavía carecen de agua, alimentos y otros suministros. Por ello, el estado está reforzándose para asegurarse de que todos tengan los recursos necesarios para mantener a sus familias”, confirmó el gobernador Greg Abbot.
Respuesta inmediata para Texas
Ante estas medidas, el maestro Dámaso Morales Ramírez, integrante de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI), comparte que, aunque estas tormentas tomaron por sorpresa a todo el mundo, principalmente a los tejanos, las acciones del presidente fueron inmediatas, tanto así que a sólo tres días de que se registrara el problema, el mandatario ya estaba declarando emergencia de Estado.
“Ha estado muy en contacto con los gobernadores para coordinar y avanzar precisamente la ayuda necesaria, qué hace falta (…) Otro punto es que se comunicó con otras instituciones para ver cómo podían atender la emergencia. Todo esto habla de una respuesta expedita de Biden”, asegura el académico.
Además, enfatiza que un punto muy válido es que el mandatario no tuvo que tomar recursos económicos de otros fondos para atender esta emergencia, como del dinero que se implementará para combatir la pandemia, por ejemplo.
Por otro lado, al recordar que Texas es un estado en su mayoría republicano, el académico destaca que esta es una oportunidad para que el gobierno demócrata realice un ardua tarea y comience a unir y a sanar a los Estados Unidos tras haber vivido una gran división social y política.
Sin embargo, resalta también que, independientemente de esta u otra situación de emergencia que pudiera existir en un futuro, siempre habrá un grupo que esté en contra del presidente y de sus acciones, “este sector de norteamericanos de derecha radical que no importa lo que se pueda hacer Biden, tienen en su agenda desprestigiar”.
Pero a pesar de eso, lo más importante ahora es lo que el mandatario ya ha puesto sobre la mesa, esta capacidad de resiliencia a desastres naturales y problemas que se van a seguir viendo, pero que de alguna u otra manera van a encontrar una solución.