Theresa May da 24 horas a Rusia para aclarar el envenenamiento del espía Sergei Skripal
El envenenamiento de Skripal y su hija el pasado 4 de marzo con un gas nervioso de tipo militar ha tensado las relaciones diplomáticas entre ambos países
Carlos SalazarLa Primera Ministra británica Theresa May pidió al gobierno de Rusia aclarar su papel en el atentado contra el ex espía ruso Sergei Skripal y si hija en Salisbury, Inglaterra y le ha concedido un plazo de 1 día para responder.
Este lunes, May sostuvo una reunión con su Consejo de Seguridad en donde se determinó que la posibilidad de que Rusia sea responsable del atentado es alta y ha dado a Vladimir Putin hasta la última hora del martes para obtener una respuesta creíble.
En caso de no obtener respuesta, el gobierno británico concluirá que el ataque en suelo británico es equivalente al uso de la fuerza del Estado ruso en contra del Reino Unido.
“Hay sólo dos explicaciones posibles sobre lo que ocurrió en Salisbury el 4 de marzo: o fue un acto directo del Estado ruso contra nuestro país, o el gobierno ruso perdió control de este agente nervioso potencial y altamente dañino”, explicó May en el Parlamento británico.
El envenenamiento de Skripal y su hija el pasado 4 de marzo con un gas nervioso de tipo militar ha tensado las relaciones diplomáticas entre ambos países.
La semana pasada, el ministro de exteriores de Reino Unido, Boris Johnson afirmó que se respondería de forma contundente ante cualquier implicación de Rusia en el caso e incluso aventuró que la participación de la selección de Inglaterra en el próximo mundial de fútbol en Rusia estaría comprometida.
Por su parte, tanto la embajada rusa en Gran Bretaña como los portavoces del Kremlin han acusado al gobierno de May de poner en riesgo las relaciones entre ambos países por sus conclusiones.
El antiguo espía ruso, que continúa hospitalizado en estado crítico, fue condenado a 13 años de prisión en 2006 en Rusia por revelar identidades de otros agentes rusos a la inteligencia británica. En 2010 fue liberado en una negociación de intercambio de espías entre Rusia y Estados Unidos y desde entonces se ha mantenido en suelo británico.