Tormenta fronteriza

Los papeles se invirtieron; tornado en México, inundaciones en Estados Unidos. 

Los habitantes de Ciudad Acuña, Coahuila, acostumbrados a que los torbellinos se originen del otro lado de la frontera, ayer experimentaron de primera mano la fuerza de un tornado categoría cuatro. 

Los texanos, incluyendo residentes de Houston, Austin y Dallas, sufren los estragos de lluvias torrenciales que ocasionaron inundaciones históricas en el estado y que culminaron este martes con 24 distritos bajo el agua.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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por ciento del servicio de energía eléctrica había sido restablecido en Acuña hasta ayer, infomó EPN

Los papeles se invirtieron; tornado en México, inundaciones en Estados Unidos. 

Los habitantes de Ciudad Acuña, Coahuila, acostumbrados a que los torbellinos se originen del otro lado de la frontera, ayer experimentaron de primera mano la fuerza de un tornado categoría cuatro. 

Los texanos, incluyendo residentes de Houston, Austin y Dallas, sufren los estragos de lluvias torrenciales que ocasionaron inundaciones históricas en el estado y que culminaron este martes con 24 distritos bajo el agua.

En el lado mexicano de la frontera hay 13 muertos y al menos 300 heridos, en Texas 12 personas están desaparecidas y dos fallecieron a causa de los meteoros. 

En Acuña, un municipio de 180 mil habitantes, 4 mil personas fueron afectadas por la ráfaga de viento que en solo seis segundos dañó cerca de 800 viviendas. Alrededor de 70 vehículos fueron pérdida total; en la imágenes aparecen volcados y sobre las fachadas de las casas. 

En Texas, autopistas están completamente inundadas, más de mil casas quedaron dañadas y miles de residentes han sido desplazados. Aquí los coches están hundidos. 

El alcalde acuñense Lenin Pérez calificó el el tornado como “devastador” y catastrófico”, mientras que el gobernador de Texas Greg Abbott comparó la fuerza del agua con “el poder de un tsunami”. 

El panorama actual es opuesto al de las últimas semanas. Antes de la tragedia en Acuña se hablaba de los tornados en el sudeste de EU y de las inundaciones en ciudades coahuilenses como Piedras Negras, Jiménez y la Región Carbonífera.

“No había alerta de tornado; había una alerta general para Coahuila y para Texas, y toda la banda de posibilidad de lluvias”, dijo el lunes el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira. 

Hoy, las dos entidades fronterizas se enfrentan al caos que dejaron ambos fenómenos.

El estatus de Acuña 

El cuerpo de un bebé desaparecido fue localizado ayer entre los escombros que cubren Acuña.

En un principio testigos habían dicho a The Associated Press que la ráfaga de viento le arrebató el portabebé a la madre del menor; sin embargo, nuevos reportes señalan que estaba en un automóvil.

También existía una denuncia por la desaparición de una familia con cuatro integrantes, pero ayer se confirmó que se estaban fuera de la ciudad. 

En total murieron 13 personas, confirmó ayer el Gobierno de Coahuila. La mayoría de estas caminaba hacia el trabajo cuando el torbellino atacó a eso de las seis de la mañana.

Además de las pérdidas humanas, la Secretaría de Desarrollo contabilizó hasta ayer 30 casas con pérdida total, 19 con daños parciales y 256 con daños menores tan solo en la colonia Santa Rosa.

Autoridades locales informaron también que ya habían sido removidos 60 automóviles que quedaron encima de las viviendas. Por otro lado, el servicio de energía eléctrica se restableció en un 60 por ciento.

Anoche aún se desconocía la pérdida económica total por el tornado, considerado uno de los fenómenos más poderosos de los últimos 15 años en México.

“Salvo el de Piedras Negras, Coahuila, ninguno ha alcanzado la magnitud del que se presentó en Ciudad Acuña”, dijo, recordando el tornado que azotó a esta ciudad en 2007 y que dejó 7 mil damnificados.

Lluvias récord en EU

Autopistas del segundo estado más rico de Estados Unidos se convirtieron en piscinas.

Imágenes de coches inundados y de cientos de recintos bajo el agua alertaron a residentes de Texas e impactaron en todo el mundo.

El gobernador de la entidad, Greg Abbott, declaró estado de emergencia en 37 condados, ante las inundaciones provocadas por las intensas lluvias de los últimos días. 

Más de dos mil personas han tenido que ser evacuadas y miles permanecen sin energía eléctrica ni otros servicios. 

Entre las comunidades más afectadas se encuentran Wimberley y San Marcos, en el centro de Texas y cerca del Río Blanco, que triplicó su caudal y se salió de su cauce. 

En ciudades como Houston, más de dos mil vehículos amanecieron ayer sumergidos por las intensas lluvias del lunes.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, cayeron unos 28 centímetros de lluvia en seis horas en el suroeste de Houston.

En la capital, Austin, lagos se desbordaron, inundando muchas de las calles de la ciudad.

La vocera de San Marcos, Kristi Watts, dijo ayer por la tarde que 30 personas cuyo paradero era desconocido ya fueron ubicadas en el condado de Hays, pero que aún están desaparecidas 12 personas.

Ocho de estas  estaban en una casa vacacional que fue arrasada por el río desbordado, reportó AP. 

Cerca del área murieron dos personas, una en San Marcos y otra cerca del condado de Caldwell.

Otro hombre se ahogó al norte de la entidad, en Tarrant, cuando agua liberada de una presa arrastró su kayak.

Hasta anoche alrededor de 100 mil clientes continuaban sin electricidad en Texas. 

Coahuila antes que Rousseff

El presidente Enrique Peña Nieto visitó ayer por la mañana las colonias afectadas por el tornado en Ciudad Acuña y prometió que el Gobierno federal estará haciendo presencia durante la etapa de reconstrucción.

“Están funcionarios ya designados para tareas específicas en coordinación con el Gobierno de Coahuila y el Gobierno Municipal para que no haya acciones dispersas, sino más bien labor conjunta para que se inicie de inmediato la labor de reconstrucción”, dijo Peña, quien viajó a Coahuila la misma noche que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aterrizó en la Ciudad de México para sostener un encuentro oficial con su homólogo.

En su discurso, Peña Nieto aseguró además que se puede lograr el restablecimiento de condiciones de normalidad “de manera muy rápida”.

Tragedia súbita

El presidente reiteró que el tornado tomó por sorpresa y que no se pudo haber prevenido. 

“Mis más sentido pésame a las familias que perdieron a familiares y seres queridos ante este tornado que fue algo intempestivo, no esperado, lo que explica que no se generara siquiera una alerta, porque simplemente fue algo que se formó de manera muy súbita, y como lo apreciaron los vecinos de esta colonia, fue algo que llegó de forma sorpresiva para todas y para todos ustedes”, mencionó.

Después del recorrido, el mandatario regresó a Los Pinos para sostener la reunión agendada con su homóloga Dilma Rousseff, que por primera vez realiza una visita oficial al país.

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